Uno de los tres españoles que se encontraban desaparecidos en las montañas del sur de Marruecos está muerto, informaron hoy las autoridades marroquíes a la agencia oficial de noticias marroquí, MAP.
Las fuentes no indican la identidad del fallecido.
"Los equipos de rescate de la Gendarmería Real han podido socorrer esta tarde del sábado a dos de los tres espeleólogos españoles que se habían caído en un acantilado situado en la provincia de Uarzazate", indican las fuentes, que añaden que "desgraciadamente el tercer espeleólogo ha fallecido".
Además, apunta que los dos heridos han recibido primeros auxilios en el lugar y serán evacuados al hospital, pero no señalan cuándo.
Al parecer, el espeleólogo fallecido se cayó en un acantilado de varios centenares de metros situado en la localidad de Tarmest, perteneciente al poblado rural de Iminulauen.
Las autoridades locales de la provincia de Uarzazate subrayan que los tres españoles, que según fuentes familiares poseían notable experiencia tanto en espeleología como en montañismo, no estaban acompañados de un guía profesional.
Desde España, fuentes del Ministerio del Interior comunicaron que el rescate iba a ser terrestre, ya que el helicóptero no pudo aterrizar en esta zona montañosa y lo hizo en un lugar que se encuentra a unos 60 minutos andando.
Los tres españoles viajaron hasta Marruecos en un grupo organizado procedente de Sevilla, compuesto por nueve personas, y estaban preparados técnica y físicamente para afrontar la expedición.
Se separaron del grupo el pasado lunes y quedaron en encontrarse esa misma tarde o el martes pero, tras no saber nada de ellos, el jefe de la expedición presentó una denuncia el miércoles ante la Gendarmería marroquí y avisó al Consulado.
Los tres espeleólogos son agentes de la Policía Nacional, uno destinado en Madrid y otro en Almería, según informaron fuentes policiales.
LA FAMILIA CONFIA EN SU RESCATE
La familia de los tres espeleólogos confía en que las tareas de rescate se produzcan cuanto antes y que las lesiones de uno de ellos, que precisa atención sanitaria, no sean de relevancia.
Julia Ordóñez, la mujer del inspector de policía José Antonio Martínez, uno de los tres espeleólogos que permanecían desaparecidos desde hace varios días, ha detallado a Efe que el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, les ha comunicado por teléfono que los tres andaluces han sido localizados dentro de un acantilado por la Gendarmería marroquí.
Ordóñez ha detallado que dos de los tres espeleólogos se encuentran bien y han reaccionado con señales al vuelo de las unidades aéreas destinadas a su búsqueda y que un tercero necesita asistencia sanitaria, sin que se conozca la gravedad de las lesiones ni su identidad.
"El ministro ha llamado a todas las familias para comunicar las novedades. Han ampliado ahora la información diciendo que un helicóptero se ha desplazado a la zona con personal de rescate para atender a los tres, uno con algún tipo de lesión, que está accidentado", ha detallado Ordóñez.
Sin que haya trascendido la identidad del herido, Ordóñez ha subrayado el agradecimiento de las familias de los tres espeleólogos por la colaboración entre ambos gobiernos y el "apoyo y abrigo" de un grupo de auxilio desplazado hasta el lugar.
El ministerio del Interior ha detallado a las familias que un helicóptero de rescate se iba a desplazar hasta el acantilado donde se encuentran los andaluces con el material técnico necesario para el rescate y apoyo médico para atender al herido.
"Ya se sabe dónde están, ya los tenemos, y solo hace falta que el rescate se haga cuanto antes y que todo salga bien", ha explicado Ordóñez.
Los tres espeleólogos son dos policías nacionales granadinos de 41 años, un inspector destinado en Almería y otro agente que trabaja en Madrid, y un joven abogado de unos 26 años de Cádiz.
Viajaron hasta Marruecos en un grupo organizado procedente de Sevilla y compuesto por nueve personas en un viaje planeado durante dos meses y estaban preparados técnica y físicamente para afrontar la expedición.
Los tres se separaron del grupo el pasado lunes, quedaron en encontrarse esa misma tarde o el martes, y tras no saber nada de ellos el jefe de la expedición presentó la denuncia el miércoles ante la Gendarmería marroquí y avisó al consulado.