Un movimiento de resistencia civil contra las polémicas medidas del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, promete inundar las calles de las principales ciudades del país durante los próximos meses.
Tras la multitudinaria Marcha de las Mujeres celebrada al día siguiente de la investidura de Trump el 20 de enero y que congregó a más de medio millón de personas en Washington, numerosos grupos y organizaciones han planeado meses de protestas, que van desde manifestaciones de científicos o inmigrantes hasta otras relacionadas con los impuestos y el cambio climático.
Una de las que más participación espera es la "Marcha de los inmigrantes", a la que casi 120.000 personas han confirmado su asistencia el próximo 6 de mayo, a través de la red social Facebook. Bajo la etiqueta #WeAllBelong ("Todos pertenecemos"), los asistentes aseguran que no serán "intimidados por los ataques contra los inmigrantes en el país y contra los que buscan oportunidades en Estados Unidos".
Si bien desde la investidura de Trump ha habido múltiples protestas en ciudades de todo EE.UU., sus órdenes ejecutivas migratorias sobre la construcción del muro en la frontera con México y el veto temporal de entrada a ciudadanos de siete países de mayoría musulmana -suspendido provisionalmente por un juez federal el viernes- han acrecentado el movimiento de resistencia civil.
Trump ha señalado que respeta el derecho de protesta de los ciudadanos, pero ayer aseguró en su cuenta de Twitter que "¡Los anarquistas profesionales, los matones y los manifestantes pagados están dando la razón a los millones de personas que votaron
Decenas de organizaciones, sin embargo, han prometido que seguirán dando batalla y que este es solo el principio del pulso que librarán en las calles contra el presidente. La comunidad científica estadounidense también prepara marchas en las que denunciará que el Gobierno "ignora la ciencia para perseguir agendas ideológicas que ponen en peligro el mundo", según afirman los múltiples grupos organizadores en un comunicado.
Durante el Día de la Tierra, el próximo 22 de abril, una marcha defenderá las "evidencias" del cambio climático, que Trump ha tildado de "farsa", y reivindicará la ciencia como "pilar de libertad humana y prosperidad".
El investigador de la organización Centro para el Progreso Americano y experto en política estadounidense Sam Fulwood aseguró a Efe que esta ola de protestas ha conseguido reunir y poner de acuerdo a grupos muy diferentes que defienden causas dispares.
"Lo insólito de esta resistencia civil es que nunca antes, con la excepción del segundo mandato del expresidente Richard Nixon (1973-1974), tantas protestas y marchas se habían celebrado tan pronto en el mandato de un nuevo presidente", afirmó Fulwood.
Como parte del movimiento de resistencia a Trump, casi 40.000 personas también tienen previsto exigir frente a la Casa Blanca el próximo 15 de abril que haga públicas sus declaraciones de impuestos, como han hecho otros mandatarios tradicionalmente, si bien el magnate se niega a publicar esos documentos.
La defensa de la ley sanitaria de 2010 conocida como "Obamacare", que dio cobertura médica a millones de personas, las políticas de planificación familiar y los derechos de la comunidad LGBT (lesbianas, homosexuales, bisexuales y transexuales) serán otras causas por las que se abogará en decenas de marchas en los próximos meses.
Además, el Capitolio, sede del Congreso en Washington, se ha convertido en escenario continuo de protestas y de peticiones a los representantes de los estados del país.
En reacción a las protestas, el expresidente Barack Obama ha dicho que se siente "alentado" por el compromiso social visto en el país contra las medidas migratorias adoptadas por Trump, según informó el pasado 30 de enero su portavoz, Kevin Lewis, en un comunicado.
"Ciudadanos ejerciendo su derecho constitucional de reunión, organización y haciendo que sus voces sean escuchadas por los oficiales electos es exactamente lo que esperamos ver cuando los valores estadounidenses están en peligro", agregó Lewis, en la primera declaración de Obama tras dejar la Casa Blanca.