Los monumentos y lugares más emblemáticos en países de los cinco continentes como la Muralla China, el reloj Big Ben británico, las zimabuas cataratas Victoria, el Obelisco de Buenos Aires o la playa brasileña de Copacabana apagaron anoche sus luces para adherirse a "La Hora del Planeta".
Esa iniciativa del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF), que pide a los políticos que tomen medidas para combatir el cambio climático, ha sido seguida en unos 130 países, que comprometieron su adhesión al apagón ecológico entre las 20.30 y las 21.30, hora local en cada uno de ellos.
La neozelandesa Isla Chatham fue la más madrugadora en la andadura de esta campaña y le siguieron Fiyi así como otros países del Pacífico, como Indonesia, Filipinas, Tailandia o Australia.
Sídney, la ciudad en la que nació esta iniciativa hace cuatro años, apagó sus luces hoy a las 09.30 GMT y, a ella, fue añadiéndose el resto del país.
Pekín apagó durante una hora las luces nocturnas del tramo más conocido de la Muralla China, el de Badaling, y Shanghái hizo lo propio con sus rascacielos más emblemáticos.
Además, el edificio más alto de la capital china (la torre 3 del Centro Internacional de Negocios), los estadios olímpicos de Pekín 2008, el Teatro Nacional, la Plaza del Pueblo de Shanghái o el icónico "skyline" de Victoria Harbour en Hong Kong también se sumieron en la oscuridad.
En el tercer año que China participa en esta iniciativa, las ciudades que se han sumado (más de 80) doblan los registros de 2010, cuando sólo lo hicieron 33.
La capital rusa vivió el apagón de la iluminación del rascacielos estalinista de la Universidad moscovita, el edificio de la Alcaldía, varias estaciones de ferrocarril, instalaciones deportivas, la torre de televisión, además de varios puentes sobre el río Moskova.
En la India, donde los cortes en el suministro eléctrico son habituales e imprevistos, unas 50 ciudades se adhirieron a la causa del ahorro energético.
La actriz de Bollywood Vidya Balan fue la embajadora de la causa en la tercera edición de la iniciativa en el gigante asiático, donde destacó un acto con música frente a la emblemática Puerta de la India de Delhi.
En Pakistán, cuyos habitantes sufren cortes de suministro con más frecuencia aún que en la India, el presidente, Asif Alí Zardari, hizo un llamamiento a "ahorrar energía", no sólo por su escasez "sino para preservar el medio ambiente para un futuro mejor".
El estadio Soccer City, de Johannesburgo, en el que España conquistó su primer título mundial de fútbol el 11 de julio, y las torres más emblemáticas de Johannesburgo fueron, entre otros, los lugares elegidos por las autoridades sudafricanas para sumarse a la campaña.
En Nairobi, el rascacielos más característico de la capital keniana, el Centro Internacional de Conferencias Kenyatta, también cerró su interruptor, al igual que quedaron a oscuras las conocidas cataratas Victoria, en Zimbabue.
En la capital de Botsuana, Gaborone, el único alumbrado fue el de las velas y, entre los países del África subsahariana Uganda se sumó por primera vez en cuatro años.
El Ayuntamiento de París suscribió por tercer año su apoyo y decidió apagar la iluminación de 230 monumentos de la ciudad, entre ellos Notre Dame o la àpera. Sin embargo, la Torre Eiffel, su lugar más visitado, sólo quedó a oscuras cinco minutos por motivos de seguridad.
En Alemania, se sumaron a la llamada ecologista Berlín, Colonia, Hamburgo, Kiel, Bremen, Múnich, Stuttgart, Mannheim, Fráncfort, Wiesbaden, Núremberg, Leipzig, Dresde, Düsseldorf, Bonn, Aachen y Munster.
Sólo en la capital alemana, los organizadores llevaron a cabo el apagón de la Puerta de Brandeburgo, el Sony Center, el Ayuntamiento Rojo y otros edificios públicos.
Monumentos como el reloj Big Ben, el Parlamento, la Torre de BT en Londres, la National Gallery, el castillo de Edimburgo, el edificio de Stormont (Belfast), el Centro del Milenio en Londres y las luces de Piccadilly (Londres) figuraron en el catálogo británico de apoyos a la causa del ahorro energético.
España participó en "La Hora del Planeta" con el apagón de las luces en monumentos emblemáticos como la Catedral de la Sagrada Familia en Barcelona, Las Cibeles o el Palacio Real en Madrid, la Giralda de Sevilla, o la Catedral de Santiago de Compostela, en la ciudad homónima, declarada Patrimonio de la Humanidad.
El país vecino, Portugal se hacía igualmente eco de este gesto simbólico en defensa del Planeta y en Lisboa quedaban en la oscuridad la Torre de Belén, el Castillo de San Jorge y el puente 25 de Abril.
Otras ciudades portuguesas como Coimbra, Evora e incluso la región insular de Las Azores, en el Océano Atlántico, a unos 2.000 kilómetros de Lisboa, se sumaron también a la iniciativa.
Después de Europa llegó el turno al continente Americano, donde se cerró el ciclo de este compromiso global para concienciar a los ciudadanos sobre el cambio climático y la necesidad de preservar el planeta.
En Nueva York apagaron sus luces el Empire State, la plaza "Times Square", la "National Cathedral" en Washington y la Torre Willis en la ciudad de Chicago, entre otros monumentos de los Estados Unidos.
Los países de América Latina se sumaron igualmente al apagón ecológico.
En México, cientos de edificios y monumentos apagaron sus luces en la capital del país y en otras ciudades, Paraguay organizó un "Paseo Ciclístico Nocturno en Familia" en Asunción, y en Panamá se celebró un concierto gratuito alumbrado con luz de antorchas y velas porque en el lugar se apagaron las luces.
Guatemala dejó a oscuras el Palacio de los Capitanes en la ciudad colonial de Antigua, la Torre del Reformador en la ciudad de Guatemala y Honduras quitó la iluminación en la Casa Presidencial.
En Colombia, el santuario católico de Monserrate, que se levanta en la cadena montañosa de los Cerros Orientales de Bogotá, se convirtió en el símbolo de La Hora del Planeta en la capital colombiana.
Argentina se sumó a "La Hora del Planeta" con un apagón en los monumentos más emblemáticos del Buenos Aires, el Obelisco y la Pirámide de la Plaza de Mayo, y en Brasil se quedó a oscuras la playa de Copacabana y el Cristo del Corcovado, entre otros lugares de más de 80 ciudades