Otro millar de inmigrantes tunecinos llegó a última hora del domingo a la isla de Lampedusa, después de que el Gobierno italiano declarara el estado de emergencia humanitaria por la masiva llegada de pateras durante la pasada semana. La mayoría de los inmigrantes han sido trasladados al estadio de fútbol de la isla, así como a varios hoteles e Iglesias que han facilitado su alojamiento. Mientras, cientos de ellos permanecen en el puerto, donde se espera que pasen la noche cobijados en mantas.
Entretanto, el Gobierno interino de Túnez, liderado por Mohamed Ghannouchi, se ha comprometido a atajar el problema. Estos movimientos migratorios se han visto favorecidos por las revueltas populares iniciadas en diciembre que lograron derrocar al ya ex presidente Zine al Abidine Ben Alí. "Necesitamos discutir esto en el gabinete, una vez que hayamos sido alertados por el Gobierno italiano, porque todavía no hemos sido informados directamente", dijo un portavoz del Ejecutivo interino del país africano, Tayeb Baccouche, quien señaló que "este es un problema para las fuerzas de seguridad".
Por su parte, las autoridades italianas culpan a las tunecinas de incumplir con los acuerdos bilaterales sobre migración ilegal. La situación será discutida la próxima semana, cuando está previsto que el ministro de Exteriores de Túnez realice una visita a Roma.