Las aguas del Mediterráneo se han cobrado las vida de al menos 55 migrantes al naufragar dos embarcaciones en aguas de Túnez y Turquía este fin de semana.
46 personas de ellas murieron este domingo al naufragar una embarcación precaria con 180 migrantes a bordo frente a las costas de Túnez.
La Guardia Costera tunecina logró rescatar a otros 67 migrantes durante una operación de salvamento que aún sigue en marcha.
La fuente precisó que 80 de las víctimas son tunecinos y el resto se cree que de diferentes nacionalidades subsaharianas.
La salida de inmigrantes irregulares rumbo a la costa de Europa es menos frecuente en Túnez que en su vecinos Libia y Argelia pese a que las costas playas italianas se hallan más cerca.
Como en esta ocasión, la mayoría de los que se aventuran al mar son jóvenes desempleados tunecinos que buscan una esperanza de futuro ante la aguda crisis económica que padece su país y que ha puesto en riesgo la única transición democrática que ha sobrevivido a las asfixiadas primaveras árabes.
OTRA TRAGEDIA EN TURQUÍA
por otra parte, otro nueve refugiados -seis de ellos menores- que se dirigían a islas de Grecia en una lancha rápida murieron ahogados y uno se encuentra desaparecido tras hundirse su embarcación a poca distancia de la costa mediterránea de Turquía.
La embarcación se hundió la madrugada del sábado a unas tres millas náuticas de la costa de la localidad de Demre, situada en la turística provincia turca de Antalya, informó hoy la comandancia de los guardacostas turcos.
Los equipos de salvamento pudieron rescatar con vida a cinco personas, pero nada pudieron hacer por otras nueve, entre ellos seis menores de edad y una mujer.
Los guardacostas siguen buscando a una persona desaparecida tras el naufragio.
