Los 33 mineros sepultados en una mina en Chila tendrán que estar hasta Navidades a 700 metros de profundidad, encerrados en un habitáculo de dimensiones muy reducidas y con unas condiciones extremas. La temperatura es de unos 36 grados y la humedad relativa del aire de hasta el 90 por ciento.
Los servicios informativos de Telemadrid han hablado con un experto para ver cómo se sobrevive durante tanto tiempo en unas condiciones extremas y ha confirmado que las consecuencias en los mineros durante estos meses serán similares a las que se experimentan al vivir en un zulo.
Entre tanto, hasta el yacimiento San José ha llegado el taladro gigante que ensanchará la galería subterránea para rescatar a los mineros. Mientras, la compañía que paga las nóminas de estos trabajadores que llevan 19 días sepultados anuncia que se declarará en quiebra para no pagarles las indemnizaciones. Por suerte, un empresario se ha comprometido a entregarles a cada uno siete mil seiscientos euros.