La presidenta de Chile, Michelle Bachelet, condenó hoy el ataque perpetrado por un grupo de encapuchados a una iglesia de Santiago, en medio de una manifestación estudiantil, y anunció acciones legales en contra de quienes resulten responsables. "La violencia, con o sin capucha, es inaceptable, por lo tanto nosotros vamos a tomar las medidas que correspondan, respecto a la gente que hace este tipo de actos vandálicos", señaló la mandataria.
El episodio, fue uno de los más violentos que dejó este jueves la protesta estudiantil, que congregó a unas 150.000 personas, según sus organizadores, y terminó con un saqueo a la Iglesia de la Gratitud Nacional, ubicada en la Alameda, la principal avenida de la capital chilena. Un grupo de encapuchados entró por la fuerza al templo católico, donde destruyó diversos objetos, además de robar artículos religiosos, entre ellos un gran crucifijo que fue destrozado en la vía pública.
El ministro del Interior, Mario Fernández, visitó en horas de la tarde el monumento nacional afectado y confirmó a los periodistas que el Gobierno interpondrá una querella por los daños ocurridos. Por su parte, el arzobispo de Santiago, monseñor Ricardo Ezzati lamentó la agresión y afirmó que "estos hechos violentos, que lastimosamente se hacen cada vez más frecuentes, evidencian una crisis de la conciencia nacional".
La autoridad eclesiástica hizo también un llamado a los estudiantes a "concretar sus aspiraciones" por medio de "acciones de diálogo", que faciliten así un "camino de progreso". "Ciertamente hay causas profundas. Tenemos que saber escucharlas y discernirlas. En el Chile de hoy hay serias situaciones de injusticia social, que no deberían existir. Hagamos el esfuerzo de volver a dialogar sobre nuestra vida en comunidad", declaró Ezzati.
Los dirigentes de la Confederación de Estudiantes de Chile (Confech) en una rueda de prensa, se desmarcaron de estos actos de violencia y rechazaron el actuar de este número "minoritario" de delincuentes. La masiva marcha estudiantil, que resultó empañada por dicho incidente, fue la antesala para la reunión que sostendrán este viernes las federaciones universitarias con la ministra de Educación, Adriana Delpiano, para conversar sobre la forma en que el Gobierno está abordando la reforma educacional.