Los jefes de Estado y de Gobierno de los 28 celebran este sábado una cumbre extraordinaria en la que tratarán de decidir, tras el fiasco de la anterior reunión de julio, el reparto de altos cargos de la UE para los próximos años. Pese a la resistencia de los países del este, la ministra italiana de Asuntos Exteriores, la socialista Federica Mogherini, será designada con toda probabilidad nueva jefa de la diplomacia europea. Como compensación, el primer ministro polaco, el conservador Donald Tusk, parte como favorito para sustituir a Herman Van Rompuy como presidente del Consejo Europeo.
Pese a contar con el respaldo expreso de la canciller alemana, Angela Merkel, en principio no está previsto que el Consejo Europeo de este sábado designe al ministro de Economía, Luis de Guindos, como próximo presidente del Eurogrupo, según fuente diplomáticas. Desde el gabinete de Van Rompuy se alega que la decisión corresponde a los propios ministros de Economía de la eurozona y no a los líderes europeos. El principal obstáculo para Guindos es ahora el actual jefe del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem, cuyo mandato no expira hasta junio de 2015. Si no se le encuentra una salida aceptable antes, el ministro español deberá esperar hasta esa fecha, ya que de momento se ha descartado crear el nuevo cargo de presidente a tiempo completo del Eurogrupo.
Los nombramientos permitirán al presidente electo de la Comisión Europea, el conservador luxemburgués Jean-Claude Juncker, completar durante los próximos días el reparto de carteras dentro del Ejecutivo comunitario. El candidato español, Miguel Arias Cañete, aspira a una cartera económica importante, aunque desde el PSOE ya le han avisado de que tendrá difícil pasar la audiencia de la Eurocámara por sus "declaraciones machistas" durante la campaña electoral. Los comisarios se someterán a examen parlamentario durante los meses de septiembre y octubre y, si no hay retrasos, el nuevo equipo tomará posesión el 1 de noviembre.
Aunque el reparto de altos cargos era inicialmente el único punto en el orden del día de esta cumbre extraordinaria, el empeoramiento de la crisis en Ucrania y el avance del grupo extremista suní Estado Islámico en Irak y Siria han obligado a los líderes europeos a abordar también la actualidad internacional. Los jefes de Estado y de Gobierno discutirán imponer nuevas sanciones contra Moscú tras detectar la OTAN la incursión de un millar de soldados rusos en el este de Ucrania. A la cumbre ha sido invitado el presidente ucraniano, Petro Poroshenko. Los 28 ya aprobaron en julio las primeras sanciones financieras contra Rusia tras el derribo del vuelo MH17 de Malaysia Airlines sobre Ucrania, a las que Moscú ha respondido con el veto a los alimentos comunitarios.
En cuanto al avance del Estado Islámico, la UE ya ha autorizado a los Estados miembros a suministrar material militar a las autoridades regionales kurdas para combatir a los extremistas.
Los 28 tienen previsto además discutir la amenaza de atentados en territorio comunitario a cargo de yihadistas europeos que vuelven entrenados y radicalizados tras haber combatido en Irak y Siria. Finalmente, los líderes europeos debatirán cómo reactivar las negociaciones de paz entre israelíes y palestinos para lograr una solución duradera tras la última guerra de Gaza.
REUNION PREVIA DE LOS LIDERES SOCIALISTAS
Antes del inicio de la cumbre, los jefes de Estado y de Gobierno socialistas celebrarán una reunión en París convocados por el presidente galo, François Hollande. Al encuentro está previsto que asistan el primer ministro italiano, Matteo Renzi, así como la danesa Helle Thorning-Schmidt, que sigue en la carrera para ocupar la presidencia del Consejo Europeo, aunque ha perdido puntos durante las últimas semanas. De hecho, los socialistas europeos han reclamado este viernes una mayor presencia en los altos cargos de la UE alegando que en las elecciones del 25 de mayo recibieron un porcentaje de votos similar al del PP europeo.
De momento, Renzi parece haber logrado su objetivo de colocar a su ministra de Asuntos Exteriores, Federica Mogherini, de 41 años, para suceder a Catherine Ashton como Alta Representante para la Política Exterior. El nombramiento de Mogherini fue bloqueado en la cumbre del 16 de julio por los países del este, que le acusaron de ser excesivamente pro-rusa. También se criticó su falta de experiencia, ya que sólo lleva seis meses como ministra. Desde entonces, Italia ha endurecido su posición frente a Moscú y el nombramiento de Mogherini se da prácticamente por hecho, según fuentes diplomáticas.
Para compensar a los países del este, los líderes europeos podrían nombrar al primer ministro polaco, Donald Tusk, de 57 años, como presidente del Consejo Europeo, aunque en este caso todavía no se ha cerrado el acuerdo. Su principal hándicap es que apenas habla inglés o francés, lo que dificulta su papel como mediador entre los líderes europeos. Como alternativas de líderes del este se barajan los nombres del ex primer ministro de Estonia, Andrus Ansip, o del ex primer ministro de Letonia, Valdis Dombrovskis. Pero tampoco se descartan otros nombres como el finlandés Jyrki Katainen o el irlandés Enda Kenny.