Grecia vivió una dura jornada de incendios con cuatro declarados en distintas zonas del país, que han causado un muerto y graves daños en casas y zonas montañosas.
El más grave de ellos es el que afecta a la localidad de Neapoli, en el sur del Peloponeso, donde un hombre de 58 años y nacionalidad griega perdió la vida tras intoxicarse con el humo y sufrir un infarto.
El portavoz de los bomberos, Nikolaos Tsongas, anunció que la situación ha mejorado por la disminución del viento, aunque el fuego aún no está bajo control, pues desde su inicio, hacia las 03.50 horas (00.50 GMT), los fuertes vientos están dificultando los trabajos de extinción.
En la zona operan cincuenta y cinco camiones, ciento sesenta bomberos, tres aviones cisterna y dos helicópteros y la carretera que conduce hasta Neapoli ha sido cortada.
En el cielo de Neapoli se ha creado una gran capa de humo que ha hecho aumentar la temperatura y dificulta la respiración. Muchos hogares de esta ciudad se han quedado sin electricidad debido a los daños que han sufrido las torres eléctricas.
Lo mismo ha pasado en la isla de Citera, cuyo suministro eléctrico se ha cortado y se trataba de restablecer a través de la isla cercana de Elafonisos.
Según las últimas informaciones, en Neapoli se han quemado al menos 17 casas y las llamas han llegado también hasta el centro de salud, mientras en Faraklo, uno de los tres pueblos evacuados en esta zona, también se ha visto afectada la escuela primaria. Otros dos incendios se han localizado en dos de los montes de Atenas, Imitós y Parniza.
El portavoz de los bomberos afirmó que espera que el fuego del monte Imitós quede controlado antes de que avance la noche, después de que las llamas llegasen cerca de la zona habitada y dañasen una casa y una taberna.
Muchos de los habitantes de los barrios de Vyronas, Iliupoli, Argirupoli y Imitós, en la periferia de Atenas, se han sumado a las tareas de extinción con mangueras, cubos con agua y extintores.
A los pies del monte Parniza, también en Atenas, se ha originado otro incendio en una zona conocida como Malacasa, donde han operado cuarenta y cuatro bomberos, doce camiones cisternas y dos aviones.
La televisión pública griega ha apuntado que el terreno afectado abarca ya una superficie de 400 hectáreas de bosque. Según Tsongas, las llamas continúan activas y han obligado a evacuar dos campamentos de verano.
La situación es mucho mejor en la isla de Eubea, donde el incendio del municipio de Nea Artaki está completamente controlado, anunció el portavoz de los bomberos. Según la televisión pública, se habrían quemado alrededor de cincuenta hectáreas.
En las últimas horas se ha declarado otro fuego importante en la zona de Spathovuni, en la región de Corinto (Peloponeso), que por el momento solo afecta a una zona de bosque. En la jornada se han declarado un total de 52 incendios forestales en todo el país.
Se están investigando las causas de los distintos fuegos y, en los que hay indicios, también a sus responsables, como en el caso del monte Imitós, donde todo apunta que fue inducido porque se inició en varios puntos al mismo tiempo.
El primer ministro griego, Alexis Tsipras, acudió al centro de control de incendios, junto al ministro adjunto de Protección Ciudadana, Yanis Panusis, para supervisar las tareas de extinción, y ha enviado un mensaje de calma a la población, al tiempo que instaba a participar de las tareas de extinción bajo las directrices de los bomberos.
El Gobierno griego ha solicitado al Mecanismo Europeo de Protección Civil la ayuda de cuatro aviones cisterna y el ministro de Defensa, Panos Kamenos, ha anunciado que habrá patrullas de las fuerzas armadas en las zonas forestales para evitar los incendios intencionados.
La Secretaría General de Protección Civil ha alertado de que el riesgo de incendios es muy alto en siete regiones griegas y ha elevado la alerta de cara al fin de semana.