Un nuevo error humano en la central de Fukushima, el cuarto en apenas una semana, provocó hoy una masiva fuga de agua con altos índices radiactivos que afectó a seis trabajadores, en medio de las críticas por la gestión de la crisis nuclear.
Según la operadora de la central, Tokyo Electric Power (TEPCO), el incidente se produjo a las 9.35 hora local (0.35 GMT del martes), cuando un operario se equivocó al cambiar una de las tuberías del sistema utilizado para desalinizar y depurar las partículas radiactivas del agua que se acumula en la planta.
Al retirar la tubería, se derramaron 7 toneladas de este líquido que, en la última de las mediciones realizadas en agosto, registró 37 millones de becquereles por litro de sustancias que emiten rayos beta, que afectan sobre todo con el contacto y la ingesta, y cuyo límite legal es de 30 becquereles por litro.
En el momento de la fuga, once trabajadores se encontraban alrededor de la tubería accidentada, seis de los cuales entraron en contacto con el agua radiactiva.
"ERROR A CAMBIAR LA TUBERÍA"
"Se trato de un error a la hora de cambiar la tubería", detalló TEPCO en un comunicado, mientras adelantó que el agua contaminada no toco la cara de ninguno de los seis operarios afectados, con lo que consideran que no hay "posibilidad de que se haya introducido en su cuerpo", algo que agravaría la situación.
La avería, que se prolongó durante 50 minutos, no causó que el agua se filtrara al exterior, al producirse dentro del recinto de carpas que la eléctrica ha dispuesto para protege el vital sistema de reciclaje de este líquido que, tras depurarse, sirve para mantener los reactores a temperatura estable en "parada fría".
El incidente tampoco afectó al sistema de inyección de agua en los reactores ni provocó anomalías en su funcionamiento, según detalló la gestora de Fukushima.
Además, TEPCO procedió a poner en marcha el operativo para descontaminar a los seis operarios expuestos, a la espera de que amplíe la información sobre su estado y las consecuencias de su accidente.
Este último problema es el cuarto que se produce por un error humano en apenas una semana en la central, en la que cerca de 3.500 trabajadores luchan a diario por cerrar la crisis nuclear, en condiciones extremas de temperatura y protegidos por trajes aislantes que dificultan el movimiento y la visión.
En este sentido, la semana pasada TEPCO desveló una filtración de cinco toneladas de agua con bajos niveles de radiación desde uno de los tanques contenedores que, al parecer, se desbordó después de que dos empleados de la central lo utilizaran de manera equivocada para transferir allí agua de lluvia acumulada en las instalaciones.
Días después, se produjo una segunda filtración de líquido con alta radiación, parte del cual se vertió al océano, después de que dos operarios calibraran mal la colocación de otro de los tanques, lo que provocó el desborde de cerca de 430 litros.
Al margen de estas dos filtraciones, el pasado lunes un técnico desactivó por error durante una comprobación rutinaria el sistema de reciclaje, lo que provocó su reactivación y, a pesar de que no generó problemas graves, sumó una nueva muesca al historial de imprecisiones de TEPCO.
Estas situaciones, que demostraron la complejidad y fragilidad de la tarea en Fukushima, motivaron la reprobación pública del regulador nuclear de Japón, que mostró su inquietud e instó a la eléctrica a no reparar en gastos para mejorar el control y terminar con los "inaceptables" errores humanos.
Humanos o no, las fallas en Fukushima vierten a diario cerca de 300 toneladas diarias de agua altamente contaminada al mar, en filtraciones que se suman a las continuas fugas producidas en los cerca de 1.000 tanques que utilizan para acumular el líquido.