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Una repentina riada ha inundado un barrio de Ankara. El torrente ha sorprendido a muchos vecinos en el interior de sus coches. Han tenido que salir, subirse a sus vehículos e incluso sortear el agua sobre ellos.

Ha arrastrado a numerosos vehículos y afectado a los negocios de la zona. Seis personas han resultado heridas.

El torrente sorprendió a muchos vecinos en el interior de sus coches, arrastrados a cientos por el agua. Este vecino aguanta como puede aferrado al capó de un vehículo. Finalmente logró salir del apuro.

La previsión meterológica anunciaba lluvias débiles a largo de la tarde en la capital turca de Ankara. No ha sido así. Todo el agua posible cayó en nueve minutos y provocó una descomunal riada que afectó en especial al barrio de Mamak.

A pesar de lo espectacular de las imágenes, fuentes del ministerio de Trabajo y Seguridad Social de Turquía aseguran que solo seis personas resultaron heridas, ninguna de gravedad, 160 automóviles resultaron dañados, así como 25 negocios.

Pasada la riada, los servicios de rescate apartan con excavadoras el barro acumulado y van descubriendo decenas de coches destrozados por la furia desatada del torrente.