Son miles los que están protestando desde hace semanas delante del parlamento, del ministerio de finanzas y en casi todos los edificios oficiales del país y de la capital helena. Manifestaciones multitudinarias para mostrar su rechazo a las nuevas medidas de austeridad que el gobierno griego debe poner en marcha.
Todo para pagar el nuevo rescate, el segundo, que podría llegar en Julio y recibir los 65.000 millones de la Unión Europea. Para ello el gobierno heleno debe vender sus puertos, aeropuertos, trenes, correos, minas y la Lotería del Estado.
Con estas privatizaciones espera recaudar hasta 50.000 millones, de los 78.000 que le hacen falta para completar su plan de ahorro hasta 2015.