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El escrutinio confirma una holgada victoria conservadora en Portugal
El escrutinio provisional de las elecciones legislativas celebradas hoy en Portugal confirma una holgada victoria de la oposición conservadora, que con un 53 % de circunscripciones contabilizadas obtiene el 43 % de los sufragios.
El gobernante Partido Socialista (PS) logra el 29 %, mientras el tercer partido del país, el Centro Democratico Social-Partido Popular (CDS-PP, democratacristiano) el 10,56 %.
El CDS-PP se ofreció durante la campaña a formar Gobierno, con el Partido Social Demócrata (PSD, centroderecha) de Pedro Passos Coelho, líder de la oposición y vencedor de los comicios según el escrutinio provisional que podría tener mayoría absoluta con ese apoyo.
Los dos partidos marxistas del Parlamento obtienen peor resultado que en los comicios anteriores, de 2009, con un 5,9 por ciento para los comunistas y un 3,7 para el Bloque de Izquierda.
Portugal celebró hoy elecciones anticipadas en medio de la peor crisis económica en sus más de tres décadas de democracia y el Gobierno que salga de las urnas deberá cumplir los estrictos compromisos del rescate financiero concedido en abril por la UE y el Fondo Monetario Internacional (FMI).
La playa, las tormentas y las abejas ayudan a la abstención en Portugal
Los líderes políticos exhortaron hoy a los portugueses a votar para elegir un Gobierno que salve a la nación de la crisis, pero aún así muchos faltaron a las urnas por la playa y otros no sufragaron por culpa de protestas, abejas y tormentas.
En una jornada tranquila pero con una participación inferior a los anteriores comicios legislativos de 2009, el jefe de Estado, el conservador Aníbal Cavaco Silva, fue el primero en alertar del peligro de un día caluroso y soleado para el ejercicio del sufragio.
El presidente confesó su temor a que con el sol tan brillante que hacía en Lisboa surgiera "la tentación de ir a la playa y dejar a los otros una elección que es de todos".
Pese a que, como los demás líderes lusos, recordó la grave situación económica que sufre Portugal, obligado a solicitar en abril un rescate financiero a Bruselas, Cavaco no logró movilizar lo suficiente a los ciudadanos.
Transcurridas ocho de las doce horas de votación, habían sufragado el 41,98 por ciento de los electores frente al 43,3 que acudió a las urnas en las anteriores legislativas, cuya abstención final fue del 40,3 por ciento.
Entretanto, las playas de los alrededores de Lisboa estaban hasta los topes mientras en muchos colegios electorales de la capital ni siquiera se formaban filas para ejercer el sufragio.
Pero en otras zonas del país no fue la playa sino el mal tiempo lo que impidió a muchos portugueses acudir a las urnas.
En una jornada con lluvias y tormentas anunciadas al final de la tarde en la mayoría de los distritos lusos, hubo quien dejó el voto para el último momento y no pudo llegar a las urnas por culpa de las riadas, como en el caso de muchos ciudadanos de Beja.
En esta localidad, una de las principales ciudades de la mitad sur del país, las lluvias fueron torrenciales y causaron decenas de inundaciones que tuvieron en jaque a los bomberos.
En cambio en los municipios de Tondela, Alijó y Castro Daire fueron los propios ciudadanos quienes impidieron la votación en señal de protesta.
Indignados por la falta de médico en el pueblo, el cierre de una escuela o la demora de las obras de la carretera principal, los descontentos decidieron impedir la entrada a los centros de votación y pusieron candados y pegamento en sus puertas que obligaron a intervenir a la Guardia Nacional Republicana.
En la aldea de Cabril el boicot a la votación fue más efectivo al aparecer el colegio electoral lleno de abejas que hacían imposible sufragar sin el traje protector de los apicultores.
Además de los ciudadanos descontentos, uno de los partidos minoritarios que se presentan a los comicios dio la nota al pelearse con las autoridades electorales.
Un dirigente del pequeño Partido Comunista de los Trabajadores Portugueses, que se presenta a las elecciones bajo las poco conocidas siglas de PCTP/MRPP, fue denunciado por la Comisión Nacional de Elecciones (CNE) tras hacer declaraciones políticas en un centro de votación que aparecieron en medios nacionales.
La organización, una de las 16 que concurren a los comicios, aunque sólo cinco de ellas llegarán, según las encuestas, al Parlamento, optó después por denunciar también a la CNE, a la que acusa de "abuso de poder".
El PCTP/MRPP es uno de los partidos que para la mayoría de los portugueses representa poco más que una ensalada de siglas entre las opciones políticas menos ortodoxas que concurren a la votación, como el Partido Por los Animales y la Naturaleza, el Monárquico, el de la Tierra, el Humanista, el Pro Vida y el Movimiento Esperanza.
Los sondeos descartan que cualquiera de ellos consiga colocar un sólo diputado en el Parlamento, que volverán a llenar, según esos pronósticos, los cinco partidos tradicionales de Portugal, dos de derecha y tres de izquierda
PRIMERAS TAREAS
En todo caso, sea cual sea el candidato ganador, no va a haber mucho tiempo para negociaciones. Nada más entrar en funciones, previsiblemente en julio, el nuevo Ejecutivo tendrá menos de un mes para cumplir con las exigencias del memorando acordado entre el Gobierno portugués, el FMI y la UE, con el apoyo del PS, el PSD y el CDS-PP. Los partidos más a la izquierda, que se negaron a participar en las negociaciones con la 'troika', están fuera de cualquier posibilidad de gobierno.
El hecho de que gane quien gane la las elecciones de este domingo tendrá que cumplir todas y cada una de las medidas incluidas en el memorando firmado con la 'troika' ha convertido la campaña electoral en un continuo cruce de acusaciones sobre quién llevó el país a la intervención, sin propuestas reales ni debates fructíferos, si bien el desgaste de José Sócrates tras seis años de gobierno parece haber favorecido al conservador Pedro Passos Coelho.
El nuevo Gobierno tiene hasta final de julio para elaborar una propuesta de alteración de los costes de trabajo, que pasaría por la reducción de las prestaciones de las empresas a la Seguridad Social, asunto discutido en la campaña. Sócrates no quiere dar cifras pese a que firmó con la 'troika' una "reducción sustancial" de esta tasa, mientras que Passos Coelho habla de cuatro puntos porcentuales, pero no de cómo compensará esta reducción en los ingresos del Estado.
Asimismo, tendrá que encontrar un comprador al nacionalizado Banco Portugués de Negocios (BPN) antes de que finalice julio, presentando antes de nada un plan a Bruselas de actuación para su venta. Además, deberá de realizar un informe con detalle de la estructura empresarial del Estado y sus costes, proponiendo reducciones específicas y techos de deuda para estas empresas antes de 2012, y dar un impulso a los procesos judiciales empantanados.
La medida más polémica vendrá sin duda de la mano de la reforma laboral, en la que la 'troika' pide reducir las indemnizaciones por rescisión de nuevos contratos indefinidos de 30 a diez días por año trabajado, con un límite máximo de doce meses. En los contratos temporales, la propuesta es reducir de 36 a diez días en los contratos de hasta seis meses, y de 24 a diez días las indemnizaciones de los contratos temporales de más de seis meses.