Al menos 53 personas han muerto a consecuencia del incendio que se desató ayer, lunes, en un edificio de 28 pisos en un complejo residencial del centro de Shanghái, la capital económica de China, informó hoy el departamento municipal de publicaciones.
Aunque el número total de heridos se desconoce, los hospitales de la ciudad recibieron a más de un centenar y en el del distrito de Jing'an, donde se encuentra el edificio y más de 50 fueron ingresados, numerosas personas buscan a sus familiares.
El edificio, situado en el cruce de las calles de Jiaozhou y Yuyao, se encontraba en proceso de renovación cuando, por causas desconocidas por el momento, el fuego empezó sobre las 14.00 horas (6.00 GMT) en unos materiales de construcción y las llamas rápidamente se transmitieron por los andamios, según testigos.
El consejero de Estado y ministro de Seguridad Pública, Meng Jianzhu, viajó desde Pekín al lugar de los hechos para dirigir los trabajos de rescate en el edificio, de 156 apartamentos, informó la agencia oficial Xinhua.
Aunque el espectacular incendio quedó extinguido cuatro horas y media después de iniciarse, los bomberos siguen buscando a eventuales supervivientes, afirmó el departamento municipal en un comunicado.
Para la parte superior del edificio, los bomberos debieron instalar mangueras de extinción en un tejado vecino al ser imposible acceder con el agua de otra forma por la violencia de las llamas.
En la primera hora de declararse el incendio, las llamas ya habían arrasado unos diez pisos, según la página web "Shanghaiist", que cita a vecinos según los cuales en el edificio vivían sobre todo profesores y jubilados.
Un total de 25 brigadas y 61 coches de bomberos se desplazaron al lugar, donde tres helicópteros rescataron a algunos vecinos que subieron hasta la azotea huyendo del fuego y en medio del espeso humo que complicó los trabajos.
Las primeras investigaciones apuntan a un fallo técnico en unas obras por parte de trabajadores sin licencia.