Unos 80.000 pasajeros se encuentran bloqueados en todo el mundo por la decisión de la aerolínea australiana Qantas de dejar en tierra a todos sus aviones mientras continúen las huelgas de mecánicos, pilotos internacionales y personal de tierra, informaron hoy los medios locales.
El director gerente de Qantas, Alan Joyce, indicó que Fair Work Australia, el órgano mediador en disputas laborales, puede poner fin a toda la crisis hoy en la reunión que ha convocado tras la celebrada anoche, y confió en que ordenará a los huelguistas regresar a sus puestos de trabajo.
Joyce defendió su decisión de dejar la flota en tierra porque los tres sindicatos en huelga habían llegado al punto de las "demandas imposibles" y la compañía llevaba perdidos 53 millones de euros (74,9 millones de dólares).
"Estábamos perdiendo unos 15 millones de dólares australianos (11,3 millones de euros o 16,1 millones de dólares) cada semana y me di cuenta que no teníamos otra salida", explicó Joyce, según la radio ABC.
El Gobierno de la laborista Julia Gillard, anfitriona de la cumbre de líderes de la Mancomunidad de Naciones (Commonwealth) que se clausura hoy en Perth (oeste), ha pedido a la agencia mediadora que ponga fin a la crisis de Qantas porque el conflicto ha llegado a niveles dramáticos.
"Yo creo que todos los australianos desean ver solucionada esta disputa, yo también quiero que se solucione", manifestó a los periodistas Gillard, pero sin detallar las acciones concretas de su Gobierno además de la mediación de Fair Work Australia.
El órgano decisorio puede ordenar una suspensión de la huelga y la cancelación de vuelo, lo que ofrecería a ambas partes 90 días para negociar, o imponer la cancelación de todas las acciones, lo que dejaría 21 días para alcanzar un acuerdo.
Joyce advirtió de que la primera opción no implicará que Qantas reanude sus vuelos y apostó por la segunda vía.
Los tres sindicatos implicados en la crisis, el de los pilotos internacionales, el del personal de tierra y el de los mecánicos titulados, prefieren la otra opción.
"Nosotros queremos la suspensión y tener un periodo de 90 días para negociar (...) pero la terminación significaría que cesaría la acción de todas las partes, incluida la decisión sinsentido de Qantas de dejar en tierra sus aviones, y que habría que alcanzar un acuerdo en 21 días", dijo el vicepresidente de la Asociación Australiana de Pilotos Internacionales, Richard Woodward.
En la sesión de anoche, el secretario del Ministerio de Infraestructuras y Transporte de Australia, Mike Mrdak, señaló que "la mitad de la capacidad nacional ha quedado en tierra" y las demás aerolíneas han dicho que no podrán atender la demanda en los próximos días.
Entre los afectados se encuentran 17 líderes mundiales que participan en la cumbre de la Commonwealth y un número indeterminado de delegados.