El ganador de las elecciones presidenciales lusas de este domingo, el conservador Marcelo Rebelo de Sousa, ha prometido que será el presidente "de todos los portugueses y portuguesas" y servirles "por igual" y "sin discriminaciones".
Sousa ha ganado las elecciones en la primera vuelta y con el 52% de los votos al término del 90% del escrutinio realizado, por lo que no hará falta una segunda. Su principal rival, el socialista y profesor universitario Antonio Sampaio da Nóvoa, tan solo ha obtenido el 22% de los votos.
El nuevo presidente, que sustituye a Aníbal Cavaco Silva, ha dicho ante decenas de simpatizantes en la facultad de Derecho de la Universidad de Lisboa que "no hay vencidos en estas elecciones presidenciales", en las que "fue el pueblo el que me honró" con su apoyo.
La elección de ese lugar ha sido "una elección de naturaleza afectiva", ha dicho el conocido como 'profesor Marcelo', antes de recordar que "esta casa hizo de mí mucho de lo que soy".
Tras recordar que el actual es un momento complicado, "de incertidumbre y desafío", Rebelo de Sousa ha lanzado un mensaje esperanzador, al afirmar que "tenemos que actuar con prudencia para minimizar los riesgos" y para crecer de forma sostenible, creando al mismo tiempo justicia social.
"Tenemos que corregir las injusticias que la crisis agravó", ha proseguido, dejando clara su voluntad de entendimiento y diálogo con el actual Gobierno socialista. El presidente de la República, ha dicho, "es el primero que quiere que el Gobierno gobierne con eficacia y con éxito".
"Es hora de rehacer Portugal. Viva Portugal", ha concluido el claro vencedor de los comicios de este domingo en los que, con más del 95% de los votos escrutados, ha conseguido el 52% de los apoyos, proclamándose así presidente sin necesidad de concurrir a una segunda vuelta electoral.
La gran derrotada de estas presidenciales fue la socialista Maria de Belém, a la que los sondeos colocaban como tercera en liza con cerca de un 16 % de los votos, y que cayó hasta el cuarto lugar.
Por el contrario, la sorpresa fue la de la eurodiputada Marisa Matías, del Bloque de Izquierda -formación hermanada con Podemos y Syriza en el Parlamento Europeo-, que se colocó tercera con alrededor del 10 % de los sufragios.