Ha ocurrido en Australia. Un grupo de niños se bañaba en las aguas del parque nacional de Kakatú cuando sufrieron el ataque de unos cocodrilos. La policía busca los restos de uno de los niños. Las pruebas apuntan a que podría haber sido engullido por el animal.
Es difícil zafarse del ataque de un cocodrilo: Su mordedura de casi 2.000 kilos de fuerza es capaz de aniquilar a su presa en segundos. Por eso en el parque nacional de Kakadu, en Australia, temen que un niño de 12 años haya sido engullido por un cocodrilo.
Sufrió un ataque mientras se bañaba en unas aguas pantanosas con cuatro niños más. La policía ha encontrado pruebas del fallecimiento del pequeño, y continúan rastreando la zona en busca de restos.
Han sustituido las lanchas motoras por helicópteros para no advertir a los cocodrilos con el movimiento de las aguas. Otro de los niños también fue atacado pero consiguió zafarse del animal, que le ha mutilado parte de ambos brazos.
La zona está señalizada con carteles de riesgo de presencia de cocodrilos. La Policía continúa buscando al cocodrilo asesino para poder confirmar el suceso mediante una prueba de ADN.