La cifra de muertos a lo largo de 2011 por la represión en Siria alcanzó los 5.862, según informó hoy el grupo opositor Comités de Coordinación Local, que realiza un seguimiento diario de las víctimas registradas tras el comienzo de las protestas contra el régimen de Bachar al Asad el pasado marzo.
Entre los fallecidos se cuentan 395 menores y 146 mujeres, explicaron en un comunicado los Comités, que agregaron que 287 personas perdieron la vida tras haber sufrido torturas a manos de las fuerzas de seguridad sirias.
El nuevo año ha comenzado de la misma forma sangrienta en Siria, según este grupo, con la muerte en las primeras horas del domingo de dos personas en Hama (centro), uno de los bastiones de los sublevados contra Al Asad.
La primera persona en perder la vida en 2012 fue Mahmud Anas Al Shamy, que murió por la falta de plasma sanguíneo en el hospital de Al Hekma, adonde había sido trasladado el jueves tras ser herido en una manifestación, según la fuente.
Los Comités denunciaron que hay francotiradores apostados en los edificios altos de Hama y que se escuchan disparos en muchas partes de la ciudad.
La acción represora del régimen sirio persiste pese a la presencia en el país de una misión de observadores de la Liga Árabe, que debe verificar el cese de la violencia y el repliegue de las fuerzas de seguridad y el Ejército.
Los observadores enviados por la Liga Árabe se han desplegado en las ciudades de Homs y Hama, en el centro; Idleb, en el norte; y Deraa, en el sur; y hasta el momento han podido moverse con libertad, según dijo ayer en El Cairo el jefe de Operaciones de la misión, Adnan Isa al Jodeir.
Los dos principales grupos de la oposición al régimen, el Consejo Nacional Sirio (CNS) y la Coordinadora Nacional de la Fuerzas del Cambio Democrático (CNFCD), tienen previsto presentar hoy ante el secretario general de la Liga Árabe, Nabil al Arabi, su proyecto común para la transición en Siria, alcanzado ayer.