El primer ministro paquistaní, Yusuf Raza Gilani, ha asegurado que las peores inundaciones de la historia en el país dejaron hasta ahora 20 millones de desplazados.
La cifra sobrepasa los cálculos de Naciones Unidas, que cifró en 14 millones los damnificados.
"Las lluvias torrenciales y las devastadoras inundaciones dejaron a 20 millones de personas sin hogar y destruyeron las cosechas, así como depósitos y tiendas de comida por valor de miles de millones de dólares", dijo Gilani en un discurso televisado y dirigido a la nación, que conmemora su 63º aniversario de independencia.
"Además han destruido puentes, infraestructuras de comunicación y redes de suministro energético".
Las inundaciones en Paquistán, con más de 176 millones de habitantes, dejaron ya 1.384 muertos y más de 1.600 heridos. Más de 730.000 casas han quedado destruidas, dijo Gilani.
Entre tanto, se espera que esta noche llegue al país el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon. Mañana está previsto que se reúna con representantes del Gobierno y que visite las zonas más afectadas.
El presidente Asif Ali Zardari canceló una ceremonia en el palacio presidencial por la fiesta nacional y visitó en su lugar a las víctimas de las inundaciones en las provincias de Punjab y Kyber Pajtunjwa.
"Cumpliremos todos sus deseos y construiremos nuevas casas, nuevas localidades, un nuevo Paquistán", dijo a los afectados en el distrito de Nowshera, uno de los más golpeados.
También el Ejército canceló los actos por la independencia y anunció que donará a los afectados los fondos previstos para esas celebraciones.
Sin embargo, la frustración de la población por la lenta respuesta y la demora en la llegada de las ayudas generó los primeros incidentes.
Un grupo de desplazados enfurecidos saqueó varios vehículos de una organización de ayuda, obligando a los organizadores a suspender la operación en el distrito de Muzaffargarth, provincia de Punjab.
Muchos refugiados que viven en campamentos en las afueras de la ciudad se quejaron por la falta de comida. La situación se agrava día a día, según los medios.
Gilani apeló a la ayuda internacional: "Llamo a la comunidad internacional a tender una mano de asistencia para compatir los efectos de esta calamidad. Es razonable esperar que el mundo esté con nosotros en las palabras y los hechos".
Entre tanto, los primeros casos de cólera aumentaron los temores a una epidemia, si bien organizaciones como Médicos Sin Fronteras pidieron cautela. "Se dan casos de cólera, pero por el momento no tenemos cifras alarmantes", dijoTankred Stöbe, presidente del departamento alemán de la ONG.