Los choques entre manifestantes y policías en las inmediaciones del Ministerio del Interior, en el centro de El Cairo, se han intensificado en las últimas horas después de que ayer fracasara un intento para lograr una tregua.
A primera hora de esta mañana, la policía seguía disparando gases lacrimógenos en la calle Mansur contra los manifestantes, que respondían con piedras, según pudo constatar Efe.
Durante la pasada noche, los manifestantes, la mayoría jóvenes hinchas del club de fútbol Al Ahly, lanzaron bengalas y fuegos artificiales contra la barrera policial que impide el paso al Ministerio del Interior.
En la calle Nubar, paralela a Mansur, algunos policías reponían fuerzas esta mañana a la espera de dar el relevo a sus compañeros situados en la vanguardia, mientras que varios agentes volvían de la primera línea de lucha con síntomas asfixia por los gases lacrimógenos que ellos mismos lanzan.
Según el último recuento del Ministerio de Sanidad, difundido ayer, al menos doce personas han muerto desde el inicio de los disturbios la noche del jueves pasado en El Cairo y en Suez.
El recrudecimiento de los choques en las últimas horas se produce después de que varios grupos de jóvenes, partidos y personalidades mediaran de forma infructuosa para lograr una tregua entre los contendientes en la capital.
Esta nueva ola de violencia en Egipto estalló después de la tragedia del pasado miércoles en el estadio de Port Said (noreste), cuando más de 70 personas murieron en una salvaje batalla entre seguidores del Ahly cairota y del equipo local, Al Masry.
Anoche, el Consejo Consultivo, creado para asesorar a la Junta Militar, propuso que la fecha para presentar las candidaturas a las elecciones presidenciales sea el próximo 23 de febrero.
La instancia recomendó también, en una reunión urgente celebrada en la capital, detener a todos los "símbolos del antiguo régimen", sobre todo, a los miembros de la Oficina Política del disuelto Partido Nacional Democrático del expresidente Hosni Mubarak.
Además, exigió la destitución de los oficiales de policía cercanos al antiguo régimen, la reestructuración del Ministerio del Interior y que se castigue a los implicados en la tragedia de Port Said.
Por otra parte, el Ministerio del Interior ha anunciado que Hosni Mubarak será trasladado a una cárcel de El Cairo, donde permanecerá en el hospital de la prisión.
SABOTAJE A UN SUMINISTRO DE GAS
El suministro de gas natural egipcio a Jordania e Israel fue interrumpido hoy por el sabotaje de un gasoducto cerca de la ciudad Al Arish, en la península del Sinaí, en el duodécimo ataque de este tipo desde la caída del régimen de Hosni Mubarak hace casi un año.
Medios de comunicación estatales explicaron que la explosión causó un incendio en la tubería cerca del barrio de Al Zuhor, en las afueras de Al Arish, que fue controlado horas más tarde por los bomberos.
Los autores del atentado, que iban armados y con pasamontañas, llegaron en dos vehículos todoterreno a la zona, donde colocaron varios artefactos bajo el gasoducto.
La compañía que gestiona la tubería, GASCO, tuvo que cerrar todas las válvulas para impedir la fuga de gas, lo que ocasionó el corte del suministro a los complejos industriales y eléctricos del centro del Sinaí.
Los ataques contra los gasoductos egipcios se han sucedido desde la Revolución del 25 de Enero, sobre todo, en la zona de Al Arish, donde hay un conjunto de tuberías procedentes del mar Mediterráneo que conectan con varias instalaciones para exportar gas a otros países.
Este incidente coincide con los disturbios en el centro de El Cairo entre manifestantes y policías que desde el jueves pasado por la noche han dejado doce muertos en la capital y en Suez (noreste).