Los cuatro candidatos a la Presidencia de México firmaron hoy un "pacto de civilidad" para respetar la voluntad que los ciudadanos expresen el próximo domingo en las urnas, "sea cual fuere el resultado" de la votación.
El pacto fue firmado en la sede del Instituto Federal Electoral (IFE) por la candidata del Partido Acción Nacional (PAN), Josefina Vázquez Mota; el aspirante de la coalición Compromiso Por México, Enrique Peña Nieto; el abanderado del Movimiento Progresista, Andrés Manuel López Obrador; y el candidato del Partido Nueva Alianza, Gabriel Quadri.
El presidente del IFE, Leonardo Valdés, declaró que el convenio "debe entenderse como un compromiso de todas las fuerzas políticas para respetar en cada ámbito electoral y tipo de elección la voluntad de los ciudadanos y las ciudadanas emitida en las urnas".
Precisó que el pacto compromete a los firmantes a respetar y reconocer las leyes e instituciones electorales, y las decisiones que éstas emitan.
Los candidatos también expresan en el acuerdo su "más enérgico rechazo al uso de recursos públicos y programas sociales para coaccionar el voto, o cualquier otra práctica que intente vulnerar el derecho de los mexicanos a votar de manera libre y en paz".
"De la misma forma, manifestamos nuestro repudio a todo acto de violencia que inhiba la participación ciudadana en las elecciones del 1 de julio. La sustitución pacífica de los poderes Ejecutivo y Legislativo por la vía de las urnas es una exigencia de todos los mexicanos", dice el texto, leído por Valdés.
El titular del IFE declaró que "en su sencillez, el texto que suscriben los candidatos es un llamado a la tolerancia, un mensaje claro en contra de toda violencia, sobre todo de la violencia física y material".
"Es también una convocatoria a todos los mexicanos a dirimir nuestras legítimas diferencias, nuestras polémicas y desacuerdos, en paz, a través de formas civilizadas que garanticen la convivencia de todos", añadió.
El convenio había sido objeto en días recientes de especulaciones sobre la disposición de los candidatos a firmarlo, en particular López Obrador.
El abanderado del Movimiento Progresista, alianza de izquierdas encabezada por el Partido de la Revolución Democrática (PRD), nunca reconoció su derrota por estrecho margen ante el actual presidente Felipe Calderón en las elecciones de 2006, y durante la campaña de este año cuestionó la imparcialidad de las autoridades electorales e incluso pronosticó que se perpetrará un fraude el 1 de julio.
Sin embargo, en esta ocasión abandonó su espíritu combativo y, al igual que los demás candidatos, saludó de mano y de forma cordial a sus rivales al llegar al auditorio del IFE para la firma del documento.
Los candidatos no pronunciaron discursos después de la ceremonia, que fue presenciada por el presidente del Consejo Coordinador Empresarial, Gerardo Gutiérrez; el líder de la Asociación Sindical de Pilotos Aviadores (ASPA), Fernando Perfecto, y por representantes de organizaciones de la sociedad civil, todos ellos como testigos de honor.
Tanto Gutiérrez como Perfecto pronunciaron alocuciones previas a la firma del pacto, en los que coincidieron en exigir a los candidatos y partidos respetar la decisión de los electores.
"Hacemos el llamado por una transición de Gobierno ordenada, con estabilidad y unión dentro de la pluralidad, para que el próximo 1 de diciembre el nuevo presidente de la República tome protesta en el Congreso, en un acto republicano, con la buena voluntad de todos los mexicanos con capacidad de ejecución e interlocución", dijo Gutiérrez.
El líder empresarial aludió así a la accidentada toma de posesión de Calderón en 2006, cuando tuvo que entrar subrepticiamente a la sede Legislativa ante las protestas de los seguidores de López Obrador, que no reconocían su victoria.
El pacto fue firmado en el primer día de silencio electoral, tras cerrarse el miércoles una campaña que se prolongó por tres meses.
