Los servicios de emergencia lograron controlar en las últimas horas el 22 % del perímetro del incendio que por tercer día consecutivo permanece activo en un área montañosa del condado californiano de San Bernardino, a 115 kilómetros al noreste de Los Ángeles (EE.UU.). Los informes ofrecidos hoy por las autoridades señalaron que el fuego, cuyo foco se sitúa en el Puerto de Cajón, ha arrasado hasta el momento más de 14.550 hectáreas.
Las llamas forzaron a ordenar la evacuación de 82.600 personas y de 34.500 viviendas "El fuego está arrasando carrascas, matorrales y hierba alta y se ha visto impulsado por el viento, la baja humedad y el terreno", señalaron hoy los servicios de emergencia en un comunicado difundido por el jefe de información del Departamento Forestal y de Protección contra Incendios de California, Daniel Berlant. "El fuego ha mostrado un comportamiento extremo así como rápidas tasas de crecimiento", añadió la nota sobre el incendio conocido como "Blue Cut Fire".
El fuego incontrolado se declaró el martes y se extendió de manera explosiva durante las primeras 24 horas, cuando ardieron más de 10.000 hectáreas, y desde entonces ha crecido más lentamente. Alrededor de 1.600 miembros de diferentes cuerpos de los servicios de emergencia se encuentran trabajando en las labores de extinción, para las que cuentan con la asistencia de 17 helicópteros.
La situación en las últimas horas en el área afectada permitió levantar el cierre de algunas rutas de transporte que habían sido cortadas por la amenaza de las llamas. Así, el tráfico volvió a circular en ambos sentidos por la autopista interestatal 15, uno de los ejes viarios más importantes de la zona y que conecta el sur de California con Nevada.
En cambio, los alumnos volvieron a quedarse hoy sin acudir a sus clases por el cierre de varias escuelas mientras que el condado de San Bernardino permanece en estado de emergencia.
La violencia del fuego ha impedido que las autoridades puedan ofrecer un balance detallado de los edificios que han sido destruidos por el fuego y ha dificultado las labores de medición del área arrasada. No obstante, las imágenes de los medios locales han mostrado numerosas construcciones calcinadas así como importantes daños en las estructuras eléctricas.
"Habrá muchas familias que regresen a casa para nada", señaló a la cadena NBC el jefe del Departamento de Incendios de San Bernardino, Mark Hartwig, quien tras sobrevolar la zona del fuego describió la escena como "devastadora". "Se movió muy rápido. Pasamos de '¿Has oído que hay un incendio?' a 'evacuación obligatoria' antes de que pudiéramos asimilarlo", dijo Darren Dalton, que tuvo que abandonar, con su mujer y su hijo, su casa en Wrightwood.Aseguró además que la pequeña comunidad en la que viven parece ahora "un pueblo fantasma".
Otros residentes, en cambio, decidieron desoír las firmes advertencias de las autoridades y permanecieron en sus viviendas.
"Sólo me he quedado por si hay una oportunidad de que pueda hacer algo para salvar mi casa", dijo Joe Knowlton a Los Ángeles Times.
Las condiciones meteorológicas continúan siendo un punto de inquietud para los bomberos ya que, a la severa sequía que sufre California desde hace cinco años, se le une el tiempo seco y cálido, con poca humedad relativa y rachas de viento de hasta 50 kilómetros por hora, que no ayudan a las labores de contención.
El "Blue Cut Fire" prolonga una serie muy preocupante de incendios que este año en California han arrasado cientos de edificios y han acabado con la vida de ocho personas. Según la información del portal oficial InciWeb, de la veintena de fuegos que permanecen activos en California, algunos de ellos de muy reducida extensión, destaca el de "Soberanes Fire", que está controlado en un 60 % y que desde hace casi un mes ha calcinado casi 32.000 hectáreas en el condado de Monterrey.