Varios encapuchados robaron hace días en torno a 200 matrículas de coche en la localidad francesa de Pau (al sur del país) en una acción atribuida a la banda terrorista ETA, según han confirmado fuentes de la lucha antiterrorista. Esta acción se produce en el marco del alto al fuego permanente, general y verificable decretado por la banda el pasado 10 de enero. El carácter general de este cese implica, entre otros aspectos, no llevar a cabo acciones de captación de nuevos militantes ni aprovisionamiento de material para perpetrar atentados.
ETA no ha cesado tampoco el robo de coches en el país galo y lo mantiene a un ritmo aproximado de un vehículo al mes. También se han dado casos en los que los terroristas practican más de un robo al mes y después permanecen una temporada sin sustraer más, apuntan estas fuentes, que precisan que no se trata de una actividad regular, sino en función de sus necesidades concretas en cada momento. En los últimos meses se han denunciado varios robos que, por el 'modus operandi', han sido atribuidos a la banda por las fuerzas de seguridad francesas. Algunos de los coches robados aparecieron abandonados y calcinados tiempo después, una práctica habitual de los terroristas cuando quieren abandonar sin dejar pruebas un vehículo que consideran 'quemado'.
OTRAS ACCIONES DESDE EL ALTO EL FUEGO
No es la primera acción de este tipo que llevan a cabo los terroristas. El pasado 20 de diciembre las autoridades francesas atribuyeron a la banda el robo producido en la localidad gala de Valence, donde sustrajeron diverso material para fabricar documentación falsa, que los terroristas emplearían para burlar controles de seguridad y moverse con libertad.
En aquella acción participaron entre tres y cuatro personas. La localidad de Valence está situada a unos 100 kilómetros al sur de Lyon y en concreto el robo se perpetró en la región de Bourg Mdempeage tres meses después de anunciar ETA el cese de sus acciones armadas ofensivas y unos días antes de decretar su alto el fuego permanente general y verificable. También el pasado 21 de marzo las fuezar de seguridad francesas detuvieron a la joven terrorista Jone Lozano, quien portaba un sobre con 54.000 euros en su interior --pese a que en el sobre figuraba escrita a mano la cifra de 48.000-- procedente de uno de los últimos cobros antes de que la banda cesase la extorsión a los empresarios vascos.
Según han informado fuentes de la lucha antiterrorista, ETA cuenta en la actualidad con cerca de 60 terroristas en activo en Francia a los que hay que proporcionar infraestructura y la garantía de poder mantenerse en la clandestinadad lejos de la acción de las fuerzas de seguridad.
En cualquier caso, en los últimos meses ETA también ha llevado a cabo movimientos que se salen de esa estrategía de mero mantenimiento en la que las fuerzas de seguridad enmarcan el robo de matrículas conocido este martes. El pasado 21 de junio fue detenido el terrorista Iñaki Domínguez Atxalandabaso, también en la país galo, procedente de Italia donde había adquirido numeroso material electrónico para fabricar bombas.