El "número dos" de la red terrorista Al Qaeda, Ayman al Zawahiri, ha celebrado la "inminente victoria" de los "muyahidines" en Afganistán e Irak por la "hemorragia de pérdidas humanas y económicas" de las tropas internacionales.
En una nueva grabación sonora difundida hoy en una página web islamista, el dirigente terrorista hace balance de los nueve años de "cruzada contra Afganistán e Irak" en los que, en su opinión, las fuerzas de la "Yihad" (guerra santa) han resultado "victoriosas" frente a los ejércitos extranjeros, "debilitados por sus heridas".
"Una de las lecciones aprendidas durante estos nueve años es la resolución de los muyahidines a enfrentarse a la Cruzada y obligarles a hacer sus maletas y prepararse para partir humillados", señala Al Zawahiri, en referencia a la retirada estadounidense de Irak.
El pasado 31 de agosto se puso fin a las misiones de combate estadounidenses en Irak y el pacto de seguridad firmado entre Bagdad y Washington establece la retirada total estadounidense para finales del 2011.
En su discurso en árabe con subtítulos en inglés, cuya autenticidad no ha podido ser verificada, Al Zawahiri subraya que la victoria ha sido lograda sin el apoyo de los gobiernos de los países islámicos, "que han cometido traición y participado en el ataque a los musulmanes".
En su opinión, esto demuestra "la fuerza del pueblo musulmán y la grandeza de las energías que laten en su seno".
"Mientras los gobiernos envíen a sus fuerzas a asesinar musulmanes en Afganistán, el pueblo musulmán seguirá mandando a sus hijos a formar parte de la yihad contra los cruzados", advierte Al Zawahiri en una alocución difundida sólo unos días después del aniversario de los atentados del 11 de septiembre del 2001 en EEUU.
Para el "número dos" de la organización terrorista dirigida por Osama Bin Laden, los conflictos de Afganistán e Irak indican que "no es posible una resolución militar", por lo que Occidente ha recurrido a "artimañas, intrigas, sobornos y compra de lealtades".
Por otro lado, Al Zawahiri expresa sus condolencias al pueblo musulmán de Pakistán por las inundaciones que, desde finales de julio, han afectado a más de 21 millones de personas en el país asiático.
En este sentido, el dirigente terrorista recuerda a los paquistaníes que "el evidente fracaso gubernamental para socorrerlos es el resultado de su silencio sobre el deterioro de las condiciones y los asuntos de un estado corrupto".
"El presidente ladrón no puede abordar la tragedia de su pueblo porque está demasiado ocupado recomponiendo sus relaciones con Occidente en París y Londres y, mientras, gastando grandes cantidades de dinero en hoteles y limusinas lujosas que le transportan a él y a su ejército de hipócritas", agrega.
A su juicio, el pueblo paquistaní "debe reparar sus relaciones con Dios y arrepentirse por cada exceso que ha cometido y por cada desviación de la doctrina y de la Sharía (ley islámica)".