La Unión Europea acuerda iniciar una nueva etapa en su relación con Cuba

  • Negociará un acuerdo con La Habana sobre diálogo político y cooperación que normalizará las relaciones
Bruselas destinará inversiones por 32.000 millones de euros al corredor Mediterráneo
Bruselas destinará inversiones por 32.000 millones de euros al corredor Mediterráneo |Archivo

Los ministros de Asuntos Exteriores de la Unión Europea han aprobado este lunes las condiciones para negociar con el régimen cubano un acuerdo sobre diálogo político y cooperación que permita normalizar las relaciones con Cuba y "alentar" reformas democráticas y modernización en la isla, según han informado fuentes diplomáticas.

La decisión la han secundado sin discusión los jefes de las diplomacias europeas, después de que las directrices de este mandato negociador hayan sido perfiladas durante mees en discusiones a nivel de expertos, hasta superar las reservas de países que, como Alemania y Suecia, tenían dudas sobre dar este paso.

Una vez que la Alta Representante de Política Exterior de la UE, Catherine Ashton, ha recibido luz verde de los Veintiocho, corresponde a sus servicios de acción exterior europeos iniciar los contactos con las autoridades cubanas e iniciar el diálogo.

Se trata de un giro relevante en las relaciones bilaterales porque está llamado a reemplazar la Posición Común que la UE adoptó en 1996 --a instancias del gobierno español de José María Aznar--, pero no supondrá en la práctica un cambio sustancial en la política europea hacia la isla, según explican fuentes europeas.

Cuba rechaza de plano la Posición Común, que condiciona las relaciones bilaterales a progresos democráticos en la isla, porque fue una medida unilateral de la UE, pero el bloque europeo ya ha advertido de que sólo contempla su eliminación si se logra concluir este acuerdo y tras una decisión unánime de los Veintiocho.

El objetivo del futuro pacto es crear un "marco sólido, estable y predecible" entre ambas partes, lo que permitiría a la UE "animar a que haya un mayor respeto de los Derechos Humanos" y "apoyar los cambios y reformas" iniciados por el régimen de Raúl Castro. Las reformas democráticas "no se pueden comprar", advierte un alto funcionario europeo, pero sí "acompañar".

El convenio se asentará sobre el diálogo político y la cooperación, pero dejará fuera un tercer pilar habitualmente presente en este tipo de acuerdos, el comercial. "La idea de un acuerdo de libre comercio no ha estado en las conversaciones", indican fuentes diplomáticas, aunque sí se espera que la normalización de las relaciones potencie las inversiones europeas en áreas con potencial como la agricultura y el turismo.

Cuba, además, pierde este año las ventajas de que disfrutaba por pertenecer al sistema de preferencias arancelarias de la Unión Europea (SGP), que, en el nuevo periodo presupuestario, ha dejado fuera a países con mayor renta media. No obstante, la Unión Europea sí prevé "mantener el mismo nivel" de ayuda en cooperación que ha tenido desde 2008, cuando retomaron esta vía de apoyo con la isla, y que se eleva a 86 millones de euros en el periodo 2008-2013.

PROCESO DE UNO O DOS AÑOS

Una vez que los 28 han confirmado el mandato negociador -que ha tardado más de un año en llegar por las reservas de países como Alemania, Suecia y República Chec--, los servicios de Ashton podrán iniciar "de inmediato" los contactos con la parte cubana.

Las negociaciones podrían durar entre uno y dos años, según cálculos europeos, aunque también será determinante el ritmo e intensidad de las reformas que se espera de La Habana y de que asuma un "mayor compromiso gradual" con las libertades fundamentales y el respeto de los Derechos Humanos.

Los Estados miembros han dejado claro en su mandato que la jefa de la diplomacia europea deberá informarles periódicamente sobre la marcha de las negociaciones, lo que les permitiría detener el proceso si, por ejemplo, se frena el ritmo de las reformas o aumenta la presión sobre la oposición cubana.

La Unión Europea trabaja desde finales de 2012 en este mandato negociador, cuando los gobiernos nacionales pidieron a Ashton "explorar" las opciones para normalizar las relaciones, pero este proceso interno se ha dilatado por la necesidad de recibir un apoyo unánime de las capitales. Un consenso que no se ha dado hasta que un pequeño grupo de países, con Alemania a la cabeza, levantaron su bloqueo este mes de enero.

La Unión Europea dio un primer paso de acercamiento con La Habana en junio de 2008, cuando los líderes europeos decidieron levantar las sanciones diplomáticas que impuso al régimen castristas en 2003, como respuesta a la detención de 75 opositores en la llamada 'primavera negra'. Aunque las sanciones estaban en suspenso desde 2005, esta decisión permitió retomar la cooperación con la parte cubana.