La comunidad internacional debería redoblar la inversión en los adolescentes si quiere romper el círculo de la pobreza, particularmente en los países menos desarrollados que tienen una población muy joven, segun advierte el Fondo de la ONU para la Infancia (Unicef). La agencia especializada de Naciones Unidas, con sede en Nueva York, divulgó su informe "Estado mundial de la infancia en 2010", que se centra en la situación de los 1.200 millones de jóvenes en el mundo que tiene entre 10 y 19 años.
Según explica, los países deben empezar a mostrar el mismo interés en la adolescencia que el que han prestado a la infancia en las últimas dos décadas, y que ha permitido notables avances en la lucha contra la mortalidad infantil o la escolarización primaria, entre otros indicadores.
El índice mundial de mortalidad de menores de 5 años se ha reducido 33% en los últimos 20 años, al tiempo que se ha conseguido que la asistencia escolar primaria de las niñas esté casi a la par de la de sus compañeros varones, destaca el informe.
En contraste, los avances en estas mismas materias en relación a la adolescencia "han sido menores" y el estudio señala que más de 70 millones de jóvenes en edad de cursar los primeros años de educación secundaria no asisten a clases, una situación aún peor en el caso de las jóvenes.
Unicef advierte de que "si los adolescentes no se educan, no pueden adquirir los conocimientos y la capacidad necesarias para eludir el peligro que representan la explotación, el abuso y la violencia a la que están expuestos".
Así, cita como ejemplo el hecho de que los avances sociales en Brasil consiguieron evitar la muerte de 26.000 niños y niñas entre 1998 y 2008, mientras que en ese mismo período de tiempo perdieron la vida a causa de la violencia y la delincuencia unos 86.000 adolescentes de entre 15 y 19 años. "Desde luego, es muy triste salvar niños en su primera década de vida sabiendo que muchos morirán en la segunda", observa en la introducción del informe el director ejecutivo de Unicef, Anthony Lake.
El informe también recuerda que alrededor del 30% de los nuevos casos de VIH y sida que se registran anualmente corresponden a jóvenes de entre 15 y 24 años, mientras que en el mundo en desarrollo (con la excepción de China) una de cada tres adolescentes contraen matrimonio antes de los 18 años.
A juicio de sus autores, la adolescencia es la etapa de la vida en la que las desigualdades se manifiestan de manera "más descarnada", particularmente para el 88% de los adolescentes que viven en países en desarrollo, y recuerdan que 81 millones de jóvenes en el mundo carecen de un puesto de trabajo.
Para afrontar esta situación, Unicef recomienda, en primer lugar, recabar datos más fidedignos sobre la verdadera situación de los adolescentes y, posteriormente, redoblar las inversiones en educación y capacitación para equiparlos con los medios necesarios para salir de la pobreza. Además, sugiere fomentar mecanismos y foros que proporcionen voz a los jóvenes y les permitan participar en la vida pública del país.
También insta a la promulgación de legislaciones, políticas y programas que protejan los derechos de los adolescentes y luchen contra las condiciones sociales que impiden su salida de la pobreza.
Por otro lado, el informe refleja en sus tablas estadísticas un nuevo descenso de la mortalidad infantil en el mundo, que se situó en 60 niños menores de 5 años por cada 1.000 en 2009, en contraste con las 77 muertes por cada 1.000 que se registraban en 2000.
Al mismo tiempo, el 15% de los recién nacidos entre 2005 y 2009 registraban un peso por debajo al recomendado, según Unicef.