El embajador ucraniano en la ONU, Yuriy Sergeyev, denunció varias violaciones de la tregua vigente en el país por parte de las milicias prorrusas y puso en duda la voluntad de Moscú y de los rebeldes de aplicar lo pactado en el protocolo de paz firmado en Minsk.
Según Sergeyev, "las fuerzas rusas y los terroristas han roto el alto el fuego y bombardeado al Ejército ucraniano y a civiles más de 100 veces desde que comenzó la tregua".
En esos ataques fallecieron al menos 5 soldados y "docenas" resultaron heridos, mientras que las bajas civiles están aún siendo verificadas, señaló el embajador en una conferencia de prensa en la sede de Naciones Unidas.
Además, el representante de Kiev aseguró que Rusia sigue suministrando hombres y equipos militares a las milicias separatistas a través de varios puntos fronterizos y denunció que éstas aprovechan la tregua para reforzar sus posiciones y para trasladar tropas.
Sergeyev subrayó también que Rusia "sigue concentrando fuerzas en la frontera con Ucrania" y "reorganizando sus fuerzas en el norte de Crimea".
Todo ello, aseguró, muestra una "obvia reticencia de Rusia y sus marionetas para entrar en el ámbito de la ley internacional y encontrar una fórmula para coexistir pacíficamente con Ucrania".
El embajador ucraniano defendió que su Gobierno ha respetado todo lo acordado en Minsk y urgió a todas las partes a hacer lo mismo. Preguntado por las nuevas sanciones contra Rusia aprobadas por la Unión Europea y Estados Unidos, Sergeyev confió en que ayuden a hacer que Moscú dé un paso atrás y dialogue.
Recordó, en todo caso, que el Gobierno ruso no reaccionó a anteriores castigos, aunque destacó que en este caso las medidas pueden ser más efectivas al dirigirse, por ejemplo, contra los bancos.