La Unión Europa "va a endurecer aún más las sanciones impuestas al régimen sirio", ha declarado el jefe de la diplomacia francés, Alain Juppé, justo el día después de que Rusia y China vetasen en el Consejo de Seguridad de la ONU una resolución sobre la situación de Siria.
"Vamos a ayudar a la oposición siria para que se estructure y organice, Europa va a endurecer las sanciones impuestas al régimen sirio y a tratar de aumentar la presión internacional hasta que el régimen compruebe que está completamente aislado y que no puede continuar", ha declarado el ministro galo de Asuntos Exteriores.
NUEVO BAÑO DE SANGRE
Al menos 31 personas murieron hoy en Siria, la mayoría en la provincia central de Homs, por las acciones represoras de las fuerzas del régimen de Bachar al Asad, informaron los grupos de la oposición.
Los Comités de Coordinación Local señalaron en un comunicado que entre las víctimas mortales figuran cinco menores y dos mujeres, y que el número de fallecidos en Homs, uno de los principales bastiones opositores, ascendió a 18 personas.
La mayoría de las muertes en esa provincia se produjeron por disparos de las fuerzas de seguridad, así como por el bombardeo de algunos barrios de la ciudad como Deir Baalba y Al Bayada.
El pasado viernes por la noche, Homs fue escenario de un bombardeo de las fuerzas del régimen, que perpetraron, según denunció la oposición, la mayor masacre desde el inicio de las protestas y que causó entre 147 y 260 víctimas mortales.
A la ofensiva contra Homs, se sumaron hoy otras acciones en la provincia septentrional de Idleb, donde fallecieron seis personas, mientras que cinco perecieron en los alrededores de Damasco, una en Alepo (norte) y otra en Deraa (sur).
Estos nuevos sucesos ocurren un día después de que Rusia y China vetaron una resolución en el Consejo de Seguridad para dar una salida a la crisis en Siria mediante el apoyo al plan de transición de la Liga Árabe.
Esta hoja de ruta árabe estipula que el presidente sirio, Bachar Al Asad, traspase sus poderes al vicepresidente y se forme un Gobierno de unidad nacional.
Pese al bloque de la iniciativa, el secretario general de la Liga Árabe, Nabil al Arabi, aseguró hoy que su organismo continuará su mediación para lograr el cese de la violencia en Siria y la protección de los ciudadanos.
Desde que comenzó la revuelta contra el régimen sirio en marzo pasado, más de 5.000 personas han perdido la vida por la represión gubernamental, según datos de la ONU, aunque los opositores señalan que las víctimas mortales superan las 7.000.
LA LIGA ÁRABE DICE QUE MANTENDRÁ SUS ESFUERZOS PARA DETENER VIOLENCIA EN SIRIA
El secretario general de la Liga Árabe, Nabil al Arabi, afirmó hoy que su organismo continuará sus esfuerzos para lograr el fin de la violencia en Siria, a pesar del bloqueo de una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU contra Damasco.
Al Arabi aseguró en un comunicado que la organización panárabe seguirá coordinándose con el Gobierno y la oposición siria para conseguir el cese de los asesinatos y la protección de los ciudadanos.
El dirigente del organismo, con sede en El Cairo, insistió en la importancia de que la solución política a la crisis en Siria se logre a través de la iniciativa árabe, sin que ese país pierda su soberanía.
La hoja de ruta de la Liga Árabe estipula que el presidente sirio, Bachar al Asad, traspase sus poderes al vicepresidente, así como la formación de un Gobierno de unidad nacional.
Al Arabi expresó, además, su esperanza en que el Ejecutivo sirio responda a las peticiones de su pueblo y "detenga el derramamiento de sangre".
El plan árabe fue presentado ante el Consejo de Seguridad de la ONU, donde se votó ayer una resolución para dar una salida a la crisis en Siria mediante el apoyo a la citada iniciativa.
Esta resolución fue rechazada por Rusia y China, que ejercieron su derecho a veto, lo que ha sido criticado por los países árabes.
Mientras, persiste la violencia en el país, donde en la jornada de hoy murieron al menos quince personas por las acciones represoras de las fuerzas leales a Al Asad, según los grupos de la oposición.
Desde que comenzó la revuelta contra el régimen sirio en marzo pasado, más de 5.000 personas han perdido la vida por la represión gubernamental, según datos de la ONU, aunque los opositores señalan que las víctimas mortales superan las 7.000.
Por otra parte, varias decenas de manifestantes libios irrumpieron hoy en la embajada rusa en Trípoli, en protesta por el veto de Moscú a la resolución del Consejo de Seguridad de la ONU sobre Siria, e izaron la bandera siria que enarbolan los rebeldes (verde, blanca y negra).
Los manifestantes exigieron también al Consejo Nacional de Transición (CNT) libio que expulse al embajador ruso en Libia, en protesta por la decisión de Rusia de bloquear la iniciativa árabe en el Consejo de Seguridad de la ONU, como pudo constatar Efe.
En el momento del asalto, en el que no se han producido daños físicos ni materiales, el embajador no se encontraba en el edificio, aunque sí había varios funcionarios y empleados de la misión diplomática, que abandonaron la sede, según aseguraron varios manifestantes.
Lo jóvenes acusaron a Rusia de apoyar a los regímenes árabes durante las revueltas de la conocida como "Primavera Árabe, y de mantener un papel neutral durante la rebelión popular libia que derrocó al régimen del coronel Muamar al Gadafi.