La Unión Europea volvió a instar hoy al Parlamento griego a que apruebe el paquete de medidas que es condición para que la UE y el Fondo Monetario Internacional continúen apoyando económicamente al país, pues no existen los "milagros" ni alternativa a "los esfuerzos dolorosos"
"Para ser honestos con la gente griega y nosotros mismos, tenemos que decirles que no hay otra vía distinta a las dolorosas reformas y la consolidación fiscal", dijo el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Barroso, quien criticó a los que hablan de "un posible plan B, que sería más fácil" para Grecia, pues a su juicio "están mintiendo".
"Cualquiera que sugiera que hay una alternativa será responsable de una auténtica catástrofe para las finanzas públicas de Grecia", aseveró Barroso ante las preguntas de los eurodiputados sobre este asunto en una intervención en el Parlamento Europeo.
Barroso calificó de "conjeturas" las informaciones aparecidas en este sentido y consideró que fomentar la idea de que existen alternativas "no reforzará la confianza de la propia Grecia en su plan, ni tampoco la de la UE ni la confianza general de los mercados".
Su intervención en el Parlamento Europeo tuvo por objetivo dar cuenta del resultado de la cumbre de líderes europeos celebrada la semana pasada en Bruselas.
En esa reunión los líderes europeos insistieron en que la aprobación del paquete de medidas es condición imprescindible para que la UE y el FMI preparen un segundo rescate para el país y desembolsen el próximo tramo de ayuda a Atenas, necesario para que el país no caiga en suspensión de pagos durante el verano.
"No hay alternativa a los esfuerzos dolorosos que Grecia debe tomar. Y aquellos que pretenden que la hay, lo hacen cínicamente, pretendiendo que son amigos de Grecia. Pero si se les pregunta si están preparados a poner dinero allí, dirán que ni un penique más", declaró el presidente de la CE.
Barroso dijo que la UE respeta las decisiones del Parlamento griego, pero al mismo tiempo hizo un llamamiento al sentido de la responsabilidad de los diputados helenos al recordar que la pertenencia a la zona euro implica solidaridad con el resto de los socios pero también responsabilidad.
En este sentido, recordó que Grecia ha vivido "muchos años por encima de sus posibilidades" y ha violado "reiteradamente" la disciplina fiscal común, por lo que "no ha cumplido sus responsabilidades con otros socios" de la Eurozona y ahora debe asumirlo.
"Espero que, en el momento de la verdad, Grecia elija el camino real para salir de esta crisis", dijo Barroso.
La salida "no ocurrirá mañana, no hay milagros. Sólo con decisiones muy fuertes y valientes, Grecia y los otros países rescatados superarán las actuales dificultades. Y si lo hacen, tendrán el pleno apoyo de la UE", enfatizó.
Por su parte, el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, destacó que las próximas horas serán "decisivas" para Grecia, pero también para la zona euro y la economía mundial.
"Hay momentos decisivos, y las próximas horas serán decisivas, capitales para el pueblo griego, pero no sólo para él, sino también para la Eurozona y la estabilidad de la economía mundial", aseveró en la misma audiencia.
El Parlamento griego tiene previsto votar este miércoles las nuevas medidas y al día siguiente el proyecto de la ley que las acompaña.
Van Rompuy destacó "la absoluta importancia de adoptar estas leyes clave en la estrategia fiscal", lo que "proveerá las bases" para preparar un nuevo rescate "de los socios europeos y el FMI" y también para aprobar los 12.000 millones del quinto tramo destinado a cubrir las necesidades de liquidez de julio y evitar la suspensión de pagos del país.
Horas antes, el comisario de Asuntos Económicos y Monetarios, Olli Rehn, había insistido en la misma idea, al decir que la única manera de evitar la suspensión de pagos en Grecia es la aprobación del plan de austeridad del Gobierno socialista por parte del Parlamento griego.
"Déjenme decirlo claramente: no hay un plan B para evitar la suspensión de pagos", recalcó en un comunicado, en el que dijo confiar "en que los líderes políticos de Grecia sean plenamente conscientes de la responsabilidad que tienen para evitar la suspensión de pagos" en el país.