Turquía ha vuelto a bombardear hoy posiciones en territorio de la vecina Siria, en respuesta a un nuevo obús caído en la provincia meridional de Hatay.
El proyectil cayó en un terreno baldío cerca del pueblo turco de Güvecci, sin causar víctimas, informó un comunicado de la oficina del gobernador de Hatay, publicado en la web del organismo.
Una unidad militar estacionada en la zona respondió de inmediato al fuego, siguiendo un protocolo que ya parece haberse convertido en rutina en los últimos días.
El proyectil impactó sobre las 04.00 hora GMT de hoy a unos 50 metros de la frontera, a 700 del pueblo de Güvecci y a unos 300 de la comisaría local, y la unidad militar turca respondió con cuatro rondas de mortero de 81 milímetros, detalla el texto.
Se ha determinado que el misil fue disparado por el Ejército de Siria durante sus combates contra grupos armados rebeldes cerca de la frontera turca, añade el comunicado.
La agencia de noticias turca Anadolu concretó que estos combates tienen lugar alrededor del pueblo de Harapjoz, en la fronteriza provincia siria de Idlib.
Un obús había caído ayer, viernes, en otro pueblo de la misma provincia, lo que provocó también una respuesta de la artillería turca.
Ya son tres los obuses que han caído en Turquía desde el que mató el miércoles a cinco miembros de una familia turca en el pueblo de Akçakale, en la provincia de Sanliurfa, unos 250 kilómetros más al este.
El ministro turco de Economía, Zafer Çaglayan, aseguró hoy que "el régimen sirio vive sus últimos momentos y no tiene ya más oxígeno", según recoge Anadolu.