Trece soldados ucranianos han muerto en combate entre las fuerzas gubernamentales y los separatistas prorrusos en el este de Ucrania en las últimas 24 horas, informó hoy el portavoz del Consejo Nacional de Seguridad y Defensa de Ucrania, Andréi Lisenko. Lisenko precisó que tres de ellos murieron al explotar un microbús cargado de explosivos.
Al mismo tiempo, cinco civiles murieron y al menos otros 16 resultaron heridos en las últimas 24 horas en Lugansk, según la asamblea municipal de esa ciudad, capital de la región homónima. Al menos 22 edificios han resultado dañados en esa urbe de medio millón de habitantes por fuego de artillería del que su culpan los dos bandos enfrentados.
Lugansk y sus alrededores, sometidos al fuego de artillería desde hace semanas, se ha convertido en el escenario de los combates más intensos desde la rendición de Slaviansk, símbolo de la rebelión prorrusa por el que se combatió durante dos meses. Tras rendir ayer tres ciudades en las regiones de Lugansk y Donetsk, los milicianos prorrusos se retiraron hoy de otras dos, Severodonetsk y Lisichansk, donde estaban prácticamente cercados por las fuerzas de Kiev.
Esas dos ciudades junto a Rubézhnoe, tomada ayer por las tropas de Kiev, forman parte de la aglomeración urbana de Severodonetsk, situada en la retaguardia de Slaviansk y considerada un área estratégica para garantizar el éxito de una amplia ofensiva sobre Donetsk, capital de la región homónima que sigue en manos de los sublevados.
"Hay combates muy duros en Severodonetsk. El ejército ucraniano avanza con varias columnas de tanques. Lisichansk fue bombardeado esta madrugada", informa un comunicado de la autoproclamada república popular de Lugansk.
Mientras, el portavoz de las fuerzas de Kiev, Vladislav Selezniov, aseguró que "la Guardia Nacional, las Fuerzas Armadas y unidades especiales del Servicio de Seguridad de Ucrania 'peinan' Severodonetsk para despejarla de guerrilleros".
Por otro lado, continúan los combates en los accesos a Donetsk, con cerca de un millón de habitantes antes del estallido del conflicto, donde al menos cuatro personas murieron ayer como resultado de los enfrentamientos en la zona occidental de esa ciudad.
Sin embargo, el grueso de los efectivos ucranianos en la región de Donetsk combate a los separatistas en los accesos a la ciudad de Górlovka, a unos 40 kilómetros de Donetsk y uno de los bastiones más importantes de los insurgentes. La asamblea municipal de Górlovka, punto estratégico para cercar Donetsk desde el norte, informó de encarnizados combates en los accesos a la ciudad, con más de 250.000 habitantes.
La ofensiva ucraniana coincide con el traslado a la ciudad de Járkov, en el noreste del país, de los restos mortales de los fallecidos en la catástrofe del Boeing 777 malasio, presuntamente derribado por un misil con 298 personas a bordo hace cinco días en una zona controlada por los separatistas prorrusos.