Decenas de jóvenes nacionalistas protagonizaron la pasada noche, por tercer día consecutivo, graves enfrentamientos con las fuerzas del orden en el norte de Belfast (Irlanda del Norte). En el barrio de Ardoyne un centenar de agentes antidisturbios fueron atacados con bombas incendiarias, luces láser de alta potencia y armas de fuego, pues llegaron a oirse hasta seis disparos de bala.
Una portavoz de la policía norirlandesa (PSNI) indicó que no se registraron heridos, al tiempo que aseguró que las fuerzas del orden trabajan con los líderes comunitarios para poner fin a la violencia.
Desde el pasado domingo, 55 agentes de policía han resultado heridos por los disturbios que han sacudido diferentes partes de la capital norirlandesa y otras localidades de la provincia, que han coincidido con las celebraciones protestantes del "Doce de Julio".
Según el jefe de la PSNI, Matt Baggott, la violencia callejera ha causado daños valorados en "millones de libras", sin olvidar, dijo, que hasta 82 policía han resultado heridos durante los enfrentamientos. Baggott aseguró que los incidentes, en los que participan chavales de apenas "ocho, nueve o diez años de edad", están orquestados por los disidentes del inactivo Ejército Republicano Irlandés (IRA), opuestos al proceso de paz en la región.
El policía también ha instado a los políticos norirlandeses a solucionar urgentemente el problema de las marchas protestantes.