Finalmente, se han cumplido los pronósticos. Todos los partidos de la oposición portuguesa han rechazado el cuarto plan de recortes del Gobierno de Sócrates. La inestabilidad del país devuelve la amenaza de un rescates europeo sobre la economía portuguesa.
Así, el primer ministro de Portugal, el socialista José Sócrates, ha presentado su dimisión ante el Presidente de la República y ha justificado su dimisión, anunciada por la jefatura del Estado, en el rechazo de la oposición a su plan económico para intentar superar la crisis que atraviesa el país. Sócrates ha acusado a las fuerzas de la oposición de poner el interés partidario por delante de los intereses nacionales y les responsabilizó de los problemas que pueda sufrir ahora Portugal.
En un escueto comunicado publicado en su pagina web, la jefatura del Estado luso señala que el presidente de Portugal, el conservador Anibal Cavaco Silva, abrirá reuniones con los partidos políticos el próximo viernes y, entretanto, se mantiene en funciones el actual Ejecutivo
El Parlamento portugués ha rechazado el cuarto plan de austeridad presentado en el último año por el Gobierno socialista luso, cuyos dirigentes habían anunciado la posible dimisión del Ejecutivo si no era aprobado. Todos los partidos de la oposición, dos conservadores y tres de tendencia marxista, votaron contra el paquete de medidas económicas anticrisis presentado por el primer ministro portugués, José Sócrates, al que sólo apoyó su propia formación, con 97 de los 230 diputados.
Sócrates, que no intervino en la sesión y asistió sólo a su inicio, tiene previsto hacer una declaración al país, tras reunirse con el jefe de Estado, el conservador Aníbal Cavaco Silva, al que, según varios líderes políticos, socialistas incluidos, puede presentar la renuncia. El plan de austeridad fue defendido en el Parlamento por varios ministros, entre ellos el de Finanzas, Fernando Texeira dos Santos, que advirtió de las graves consecuencias financieras que tendrá su rechazo ante la presión de los mercados sobre la deuda lusa.
Pero, en un largo y tenso debate de cinco horas, la oposición coincidió en rechazar el "chantaje" gubernamental y acusó al Ejecutivo de no saber gestionar la crisis e imponer graves sacrificios a la población. La principal formación de la oposición, el Partido Social Demócrata (PSD, centro-derecha), culpó a los seis años de Gobierno socialista de los problemas que sufre Portugal, en tanto las fuerzas de izquierda le reprocharon la destrucción de la cobertura social del Estado.
Piden "seriedad y patriotismo"
Los conservadores pidieron "seriedad y patriotismo" para frenar la crisis y consideraron una burla el Programa de Estabilidad y Crecimiento (PEC) rechazado hoy y que pretendía ampliar los ajustes económicos ya en vigor con mayor presión fiscal y recortes de pensiones.
Las medidas contenidas en las tres versiones anteriores del PEC, que fueron negociadas con Bruselas, aplicaron varias subidas de impuestos, reducción de salarios, gastos e inversiones del sector público y una rebaja de los subsidios sociales lusos. El ministro Teixeira se declaró "perplejo" por que Cavaco no llamara a la negociación del plan de austeridad y se mostró "muy preocupado por lo que pueda pasar al país" tras la votación de hoy. "Dejemos hablar al tiempo", señaló en referencia a la posibilidad de que Portugal acabe por recurrir a la ayuda externa.
Los bancos españoles acumulan la tercera parte de la exposición de la banca mundial a Portugal
La exposición de los bancos españoles a Portugal alcanzó, a finales del tercer trimestre de 2010, los 108.600 millones de dólares (76.900 millones de euros), lo que supone un 33,7% de la exposición de toda la banca mundial, que era de 321.800 millones de dólares (227.900 millones de euros), según los últimos datos del Banco Internacional de Pagos (BIS) recogidos por Europa Press.
Tras España, los países con mayor exposición a Portugal son Alemania, con 48.500 millones de dólares (34.300 millones de euros); Estados Unidos, con 47.100 millones de dólares (33.400 millones de euros), y Francia, con 45.600 millones de dólares (32.300 millones de euros).