El presidente de Francia y candidato a la reelección, Nicolas Sarkozy, aseguró hoy que su "delito" es "ser el más criticado por Marine Le Pen", en respuesta a quienes le acusan de orientar su campaña hacia la extrema derecha.
"¿Qué debo hacer, continuar haciendo campaña en la segunda vuelta como si seis millones y medio de franceses no hubieran dicho nada?", se preguntó Sarkozy en un mitin en Raincy, en la periferia norte de París.
El presidente saliente, que recabó el 27,18 % de los votos en la primera vuelta, por detrás del socialista François Hollande (28,63 %), volvió a hacer de la inmigración uno de los temas centrales de su discurso.
"Nadie puede considerar que pronunciar la palabra inmigración es un delito", dijo Sarkozy, quien aseguró que "Francia es un país abierto y de acogida, y lo seguirá siendo".
Sarkozy defendió su propuesta de reducir a la mitad el número de inmigrantes legales llegados a Francia porque el modelo actual no logra el objetivo de la integración.
"¿Por qué no funciona? Porque no tenemos suficientes trabajos, escuelas y viviendas para acoger dignamente a los que vienen", indicó.
En ese sentido, reiteró su iniciativa de obligar a aquellos que quieran obtener permiso para vivir y residir en Francia a someterse a un examen de francés y otro sobre los valores de la República.
Sarkozy aseguró que detesta el racismo y se refirió a aquellos que le acusan de "fascista" por insistir sobre el tema de la inmigración.
"Ser tratado de fascista por un comunista es un honor", afirmó en alusión a la portada del diario comunista "L'Humanité", que le comparó con el mariscal Philippe Pétain, jefe del gobierno colaboracionista galo con los nazis.
GISCAR DÉSTAING VE A FRANCIA AMENAZADA
El expresidente francés Valéry Giscard D'Estaing aseguró hoy que Francia se encuentra en "la lista detrás de Grecia, Portugal, Italia y España", por lo que no está excluida de verse perjudicada gravemente por la crisis como esos países.
Giscard D'Estaing advirtió en una entrevista con el diario "Le Parisien" de que, frente a la política de endeudamiento que en su opinión propugna el candidato socialista François Hollande, Francia necesita una propuesta de "ajuste" como la de Nicolas Sarkozy, por quien votará en la segunda ronda electoral.
"En periodos de crisis, la primera opción es más tentadora", señaló, pero alertó contra ella porque "esa política llevará a Francia a la aventura, será interpretada como una fragilidad y la expondrá a la especulación internacional".
Para Giscard D'Estaing, Sarkozy es "el candidato más creíble para enderezar el país" aunque, si gana, deberá alcanzar un compromiso con los socios europeos para lograr no sólo un plan de estabilidad presupuestaria sino también uno de crecimiento.
A su juicio, el resultado de la candidata del Frente Nacional, Marine Le Pen, en la primera vuelta de las elecciones, que con un 17,9 % de los votos se colocó en tercera posición, revela "un sufrimiento real de la gente, por sentir que la clase política ignora sus problemas, a lo cual se une el paro".
En este sentido, consideró que el "fenómeno importante" es que su resultado en estos comicios ha marcado "el fin de la demonización de los electores del Frente Nacional" y señaló que si Hollande gana en la segunda vuelta será "gracias a una parte nada despreciable de los votos conseguidos por Le Pen en la primera".
Pese a la ventaja del socialista en las encuestas y su victoria el pasado 22 de abril, no excluyó una sorpresa en la segunda vuelta, el próximo 6 de mayo, si se produce un "verdadero" debate televisado entre los dos candidatos a la presidencia.
Los dos candidatos se verán las caras en el único debate televisado programado, el próximo 2 de mayo.
"Un verdadero debate puede hacer ganar o perder, aún hoy", sentenció el expresidente francés en alusión al que mantuvo con el socialista François Miterrand en 1974 y por el que obtuvo una ventaja decisiva para las presidenciales de aquel año, que finalmente ganó.