La dictadura de Al Assad continúa masacrando a la población civil en Siria. La ONU cifra los muertos en casi 3000. El joven Soleiman, que acaba de regresar de Siria, relata a Telemadrid los métodos que utiliza el gobierno para borrar las huellas de los cadáveres. A pesar de ello, Rusia y China ejercieron hoy su derecho a veto en el Consejo de Seguridad de la ONU para evitar que se aprobara la resolución de condena a Siria por la represión contra los manifestantes que habían presentado los cuatro miembros de la Unión Europea (UE).
Tras negociaciones de último momento, las delegaciones de Francia, Reino Unido, Alemania y Portugal no pudieron evitar el doble veto a su texto de condena contra el régimen del presidente sirio, Bachar al Asad, en una votación que se celebró más de una hora después de la hora programada inicialmente.
La resolución de los países de la UE recibió nueve votos a favor y cuatro abstenciones, además del voto en contra de las delegaciones rusa y china, miembros permanentes del Consejo de Seguridad y por tanto con poder de veto a las que los europeos habían tratado de convencer hasta última hora.
Los cuatro países que se abstuvieron fueron Sudáfrica, India, Brasil y Líbano, los mismos países que hasta ahora habían unido sus fuerzas a Rusia y China para evitar que los distintos intentos de los países de la UE de condenar a Siria mediante una resolución fueran fructíferos en los últimos meses.
"Estos vetos son un rechazo al formidable movimiento a favor de la libertad y la democracia que es la primavera árabe", señaló tras la votación el embajador francés ante la ONU, Gérard Araud, quien aseguró que "ningún veto puede dar carta blanca a las autoridades de Siria que han perdido toda su legitimidad matando a su pueblo".
Los países europeos presentaron el pasado miércoles un proyecto de resolución con una "fuerte condena por parte de la comunidad internacional ante la represión que sigue adelante en Siria", pero en el que no incluyeron sanciones inmediatas contra el régimen del presidente Bachar al Asad.
Inicialmente el texto contenía "amenaza de sanciones" contra el régimen sirio, aunque tras numerosas negociaciones en las que rusos y chinos habían mostrado su rechazo a ello, los países europeos modificaron esas palabras para tratar de que su apuesta se aprobara, según indicaron fuentes diplomáticas.
"El texto que votamos hoy no contenía nada que obligara a ningún miembro de este Consejo a votar en su contra", señaló el embajador británico, Mark Lyall Grant, quien mostró la "profunda decepción" del Reino Unido ante el veto de China y Rusia cuando el régimen sirio no ha demostrado "voluntad" de detener la represión.
El diplomático mostró su frustración debido a que, en las negociaciones, las delegaciones europeas aceptaron "retirar la mención de sanciones y pedir moderación a ambas partes", ideas que "no fueron suficientes para ciertas delegaciones".
Más contundente fue la representante estadounidense, Susan Rice, quien sí apoyó la iniciativa europea y quien subrayó "la indignación" de Estados Unidos "porque este Consejo ha fracasado a la hora de enfrentarse a un desafío moral urgente y a una amenaza creciente a la paz y la seguridad internacional".
"Varios miembros se han negado durante semanas a apoyar ningún texto que protegiera a las vidas de civiles inocentes de la brutalidad de Al Asad", añadió Rice, quien pidió a los quince que asuman "sus responsabilidades" y aprueben "duras sanciones y un embargo de armas al régimen de Al Asad".
"Esta resolución sólo se centra en ejercer presión sobre Siria, pero creemos que hablar de sanciones no ayuda a suavizar la situación sobre el terreno", señaló por su parte el embajador de China, Li Baodong, quien pidió "moderación a las partes enfrentadas" y al Gobierno de Asad solicitó que inicie "un proceso político sin exclusiones".
En los meses que dura la represión en Siria, el máximo órgano de decisión de la ONU ha sido incapaz hasta el momento de aprobar una resolución de condena a Damasco, aunque sí adoptó en agosto una declaración presidencial -texto de menor rango- en el que condenó la represión de Al Asad.