El precandidato a la Casa Blanca Marco Rubio pidió hoy a los republicanos que cierren filas en torno a él para frenar al magnate Donald Trump, un "estafador" a punto de "secuestrar" el partido y el movimiento conservador.
"Si me nomináis, tendréis un verdadero conservador que nos una y nos haga crecer después de este circo que hemos vivido nueve meses. (...) Tenemos mucho daño por reparar", dijo Rubio en un enérgico mitin en Dallas (Texas), donde se presentó como la única alternativa a Trump.
"Si eres republicano y no quieres que un estafador se haga con tu partido, únete a nosotros, para que podamos poner fin a esta locura", fue el mensaje que repitió hoy Rubio en ese mitin, varias entrevistas, y en los correos electrónicos de su campaña.
Rubio confirmó así lo que ya se anunciaba en el combativo debate republicano de anoche: ha pasado al ataque contra Donald Trump a las puertas del "supermartes" y con el tiempo apretando para lograr su primera victoria en el proceso de primarias.
"¿Alguien apretó anoche el botón del pánico?", le preguntó hoy una periodista de la cadena CBS. Rubio evitó responder, pero lo cierto es que necesita conseguir una victoria para apuntalar su propuesta de única alternativa para frenar a Trump.
Las encuestas no son nada halagüeñas para el joven senador de Florida. No le dan ninguna victoria en los doce estados y un territorio que votan en la gran cita del próximo martes, conocida como "supermartes", e incluso algunos sondeos recientes apuntan que Trump le ganaría en su estado, Florida, el también decisivo 15 de marzo.
El senador de origen cubano, en la Cámara Alta desde 2011, sacó hoy un nuevo as de la manga contra Trump, preguntó a los medios por qué no han indagado en las historias de supuestos fraudes del magnate y por qué no le preguntan por el contenido de sus propuestas como al resto de candidatos.
"No podemos permitir que Trump sea el nominado, porque en el momento en que lo sea, los medios le van a hacer pedazos. No podemos nominar a alguien a quien van a hacer pedazos porque las consecuencias son o el socialista de Bernie Sanders o alguien que mintió al país como Hillary Clinton", argumentó Rubio en Dallas.
La tesis del senador es que los medios, a los que los republicanos acusan de favorecer mayoritariamente a los demócratas, quieren que Trump sea el nominado por considerar que "sería fácil de vencer" en unas elecciones generales.
"Se inventa cosas todo el tiempo y nadie le hace rendir cuentas", denunció Rubio en la NBC.
"Ayer en el debate vimos que no tiene respuestas a los asuntos clave y hoy los medios siguen diciendo que es una fuerza imparable. Si cualquier otro candidato tuviera su historial, los medios no pararían de informar sobre eso", criticó en la CBS.
La pregunta que todos hicieron hoy a Rubio era inevitable: por qué ha tardado nueve debates y nueve meses de campaña en tratar de desmontar a Donald Trump.
"Primero, ahora somos menos candidatos. Y yo sé que nosotros somos un 'underdog' -que no es favorito- mientras que Trump lidera. Prefería no tener que pelear con otros republicanos pero prefiero mucho más no ceder el Partido Republicano a un estafador", esgrimió Rubio en la CBS.
"Yo he sido un 'underdog' toda mi vida, mis padres llegaron en 1956 sin conexiones políticas, sin hablar inglés, sin nada", defendió en Dallas, describiendo una vez más su historia "de sueño americano" como hijo de humildes emigrantes económicos cubanos.
La mejor esperanza de Rubio es que el partido llegue a la Convención de julio en Cleveland (Ohio) sin un nominado, un escenario que ve "posible", pese a que las matemáticas de las encuestas apuntan a que Trump ganará con holgura en la gran mayoría de los estados que votarán en la próxima quincena.
"Yo preferiría que el nominado saliera de las primarias, pero no un estafador como Donald Trump", consideró Rubio en su entrevista con la CBS, repitiendo el nuevo apelativo con el que ha bautizado al magnate.
El joven senador por Florida se ha ido consolidando en la campaña como el favorito del "establishment" (grupo dominante) del Partido Republicano para frenar a Trump tras los pobres resultados de los candidatos por los que ese sector -más moderado- apostó al principio, sobre todo el exgobernador de Florida, Jeb Bush.
Rubio tiene por delante cuatro intensos días hasta el "supermartes" en los que hará cuatro mítines en Virginia, el estado por el que parece haber apostado, con la esperanza de atraer al voto de las áreas urbanas y de los suburbios vecinos de Washington, frente al apoyo rural y sureño de Trump.
El joven senador viajará también a Arkansas, Tennessee, Georgia, Oklahoma y Alabama.
Los sondeos apuntan que donde podría arañar delegados es en áreas urbanas y suburbanas de Tennessee, Massachusetts, Minesota, Georgia y Tennessee.
Está por ver el impacto en votos de su nueva estrategia que, por el momento, ya le ha granjeado el aplauso de la prensa y una generosa cobertura mediática.