El presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, se ha comprometido a abrir "una nueva etapa" en las relaciones con Marruecos convencido de que su seguridad, estabilidad y prosperidad es también bueno para España. "Es mucho más lo que nos une que lo que nos puede separar", ha manifestado Rajoy en Rabat acompañado del presidente del Gobierno marroquí, Abdelilah Benkirán, con quien ha acordado celebrar este mismo año una Reunión de Alto Nivel entre los dos países, cumbres que no se han convocado desde diciembre de 2008.
Según han apuntado fuentes del Gobierno español tras concluir la visita, el estatus de las ciudades de Ceuta y Melilla no ha estado sobre la mesa, pero sí el conflicto del Sáhara Occidental, aunque cada parte se ha limitado a exponer sus posturas sin entrar en ningún tipo de discusión.
"Me considero un amigo de Marruecos", ha señalado Rajoy tras reunirse con el rey Mohamed VI y alabar el proceso de reformas políticas iniciadas en el país, y que le han puesto "a la vanguardia del mundo árabe y le han convertido en un ejemplo a seguir para otros países".
Rajoy ha trasladado a Mohamed VI el saludo del rey de España y ha considerado que el hecho de que los dos monarcas mantengan una estrecha relación es un activo fundamental para dos reinos con siglos de historia a sus espaldas.
Benkirán ha mostrado su satisfacción porque Rajoy haya elegido Marruecos para su primer viaje al extranjero -"un gesto que agradecemos muchísimo", ha dicho-, y ha destacado también que se trataba del primer invitado extranjero que recibía como presidente del Gobierno. En este contexto, se ha mostrado convencido de que la reunión de hoy ha sido "el primer eslabón de una cadena de buenos encuentros" y ha enfatizado que hay todo un camino por delante para trabajar de forma conjunta.
En la misma línea, Rajoy ha apostado por mantener a Marruecos como "un pilar fundamental de la política exterior española" y reforzar las "relaciones privilegiadas de amistad y buena vecindad" que unen ya a los dos países y ha hecho hincapié en la necesidad de impulsar las inversiones y el comercio.
"Soy uno de los muchos españoles convencidos de que la seguridad, la estabilidad y la prosperidad de Marruecos son en buena medida la seguridad, la estabilidad y la prosperidad de España; es mucho más lo que nos une que lo que nos puede separar", ha subrayado Rajoy obviando en público las históricas discrepancias con el país vecino en cuestiones como el Sáhara o Ceuta y Melilla.
Rajoy ha garantizado que España estará al lado de Marruecos para contribuir al éxito de sus reformas políticas, económicas y sociales porque "no hay en el mundo un país más interesado que España en contar con un Marruecos próspero, democrático y estable".
Al margen de su interés por impulsar los intercambios comerciales, ha abogado por la cooperación en política de interior y por colaborar en todos los ámbitos, desde la cultura, la universidad, la ciencia o el deporte.
Con el Gobierno marroquí ha analizado también la necesidad de relanzar las interconexiones de energía, transporte y telecomunicaciones y ha elogiado la cooperación en materia de inmigración.
OFENDA FLORAL EN EL MAUSOLEO
El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, inició su visita a Rabat, la primera que realiza en el extranjero, con una ofrenda floral en el Mausoleo donde están enterrados Mohamed V y Hassan II, acto protocolario que se suele incluir siempre en este tipo de viajes. Rajoy ha llegado al Mausoleo acompañado por el primer ministro marroquí, el islamista moderado Abdelilá Benkirane, que acudió a recibirle al aeropuerto. Como en el aerodrómo, la visita de los dos jefes de Gobierno al Mausoleo fue seguida por numerosos medios de comunicación, tanto españoles como marroquíes.
El presidente del Gobierno es el primer líder extranjero que recibe Benkirane, que se estrena así en la agenda internacional, incluso antes de que su Gobierno haya sido investido por el Parlamento. Un destacamento de honor de las Fuerzas Auxiliares marroquíes, vestidos de blanco inmaculado y portando espadas, ha recibido a ambos a su entrada en la explanada del Mausoleo.
Desde el Mausoleo, ambos se han dirigido a la sede de la Primatura donde han mantenido una entrevista de trabajo antes de que Rajoy fuera recibido por Mohamed VI en el Palacio Real.
ACUERDO PESQUERO
El Gobierno español está trabajando en el Consejo Europeo para que dé "un buen mandato" a la Comisión Europea y ésta comience a negociar con Rabat un nuevo acuerdo pesquero con Marruecos, después de que la Eurocámara vetara prorrogar el anterior en diciembre. Según han apuntado fuentes del Gobierno español, España descarta la posibilidad de negociar un acuerdo bilateral con el país vecino y apuesta por respetar las reglas de juego y que la Comisión Europea ejerza su papel.
La suspensión del acuerdo, que ha dejado en tierra a 64 barcos españoles (andaluces y canarios) y ha afectado 500 trabajadores de forma directa, ha sido uno de los asuntos abordados por el jefe del Ejecutivo español, Mariano Rajoy, con las autoridades marroquíes, en su primera visita al extranjero.
La Eurocámara votó contra el pacto pesquero por considerar que provocaba la sobreexplotación de los caladeros y que infringía el derecho internacional al interferir en los recursos del pueblo saharaui, en referencia a las ayudas del Sáhara Occidental administradas por Marruecos.
Hasta el momento del veto, Rabat ofrecía 119 licencias a la flota comunitaria, de las que cien correspondían a España (aunque utilizaba menos) a cambio de una compensación anual de 36 millones de euros.
Al margen del daño causado al sector pesquero español, la falta de acuerdo ha dejado sin trabajo a 170 marineros marroquíes que faenaban en barcos europeos y ha supuesto una merma del 20 por ciento en los programas de investigación pesquera de Marruecos, por lo que numerosas voces en este país también son favorables a su renovación.