La plaza Yemá el Fna de Marraquech, donde tuvo lugar ayer el atentado que costó la vida a 15 personas, ha recuperado esta mañana una relativa normalidad, y tan solo el café donde se produjo la explosión sigue acordonado mientras la policía científica investiga los hechos.
Según el último recuento oficial, ya son 15 las personas fallecidas y 20 las que resultaron heridas tras el atentado que azotó el corazón turístico de la ciudad de Marraquech, en el sur de Marruecos.
Dos marroquíes, seis franceses, dos canadienses y un holandés han sido identificados entre las víctimas mortales registradas en el atentado del jueves en Marraquech, según informó hoy el Ministerio de Interior. Once personas siguen ingresadas en el hospital Ibn Tufail (dentro de este complejo sanitario), entre ellas cinco miembros de una misma familia francesa, y todas ellas están fuera de peligro salvo el padre de la citada familia, cuya situación es muy grave.
Los médicos han hallado «objetos metálicos extraños» en los cuerpos de tres de los heridos en el atentado, según informó el director del servicio de urgencias del centro hospitalario universitario Mohamed VI de esta ciudad, Hisham Najmi.
A través de un comunicado, el Ministerio, que rectificó la cifra total de los muertos y aseguró que los fallecidos son 15 y no 16 como se había dicho en las últimas informaciones, apuntó que la Policía científica continúa el trabajo de identificación de las víctimas.
"Las autoridades policiales bajo la supervisión de la Fiscalía General continúan sus investigaciones para encontrar a los autores de este acto. Hasta el momento no hay más novedades", indicó a Efe el ministro de Comunicación y portavoz del Gobierno, Jalid Naciri.
Además aseguró hoy que el atentando perpetrado ayer en Marraquech, en el que murieron 15 personas, no interrumpirá el proceso de reforma constitucional anunciada por el rey Mohamed VI.
Según la agencia MAP, Naciri señaló que "se trata de un momento difícil", pero Marruecos "se enfrentará a este desafío, porque preservar la seguridad no es incompatible con el alcance de las reformas".
El pasado 9 de marzo, el rey Mohamed VI anunció una reforma global de la Constitución, aunque pese a esta decisión miles de marroquíes siguen manifestándose para pedir profundos cambios políticos y sociales.
Respecto a la investigación del atentado, Naciri indicó que "la está supervisando la Fiscalía General de Marraquech, y por el momento nos abstenemos de acusar a alguien".
Por su parte, el ministro de Economía y Finanzas de Marruecos, Salahedin Mezuar, ha afirmado hoy que de momento no hay información sobre los autores del atentado de Marraquech, ni tampoco sobre si detrás de esta acción ha podido estar algún grupo vinculado con Al Qaeda. En esta misma línea se ecxpresó el secretario general de Asuntos Exteriores marroquí, Yusef Amrani, quien ha reiterado que aún es pronto para decir si Al Qaeda cometió el atentado.
La policía marroquí cree que hay datos que refuerzan la tesis del atentado.
Baraja la opción de que un terrorista suicida hubiera detonado el explosivo en el interior del café o de que un joven hubiera dejado una mochila dentro del local y lo hubiera abandonado antes de la explosión, según informó ayer, jueves, una radio local citando a testigos presenciales.
El rey Mohamed VI hizo un llamamiento horas después del suceso para acelerar la investigación y dar cuenta a la opinión pública de sus conclusiones.
Este atentado es el más importante en Marruecos desde el 16 de mayo de 2003, cuando una cadena de atentados suicidas en la ciudad de Casablanca acabó con la vida de 45 personas, entre ellas cinco españoles.
Según pudo comprobar Efe, un equipo de la policía recopila información en el lugar de los hechos, mientras que decenas de curiosos se pasean por los alrededores del café Argana, para observar los destrozos del local.
Asimismo, varios expertos policiales españoles, fundamentalmente de la policía científica y especialistas en explosivos, han viajado a Marruecos para concretar la colaboración ofrecida por España para ayudar a esclarecer el atentado de Marraquech.
Así lo ha anunciado hoy en la conferencia de prensa posterior a la reunión del Consejo de Ministros el vicepresidente primero del Gobierno y ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, quien ofreció ayer a su colega marroquí, Taib Cherkaui, toda la ayuda que pueda prestar España para esclarecer esta acción terrorista, que ha causado la muerte a 15 personas y heridas a una veintena.
Pérez Rubalcaba ha aprovechado esta comparecencia informativa para reiterar públicamente las condolencias del Gobierno y el pueblo español por este atentado, perpetrado en la plaza de Yemá el Fna, uno de los mayores atractivos turísticos de Marraquech.
Pese al atentado de ayer, la normalidad vuelve a la plaza de Yemá el Fna, declarada Patrimonio Cultural de la Humanidad por la Unesco, y a primera hora de la mañana los comerciantes se colocaban en sus respectivos lugares para vender sus productos a los turistas.
"Esto es feo. No va dará ningún resultado", explicó a Efe uno de los curiosos que llegó a la ciudad para observar lo ocurrido.