El cantante Michel Martelly ha sido investido como nuevo presidente de Haití hasta 2016 durante una ceremonia en la que sus seguidores han coreado su nombre artístico, "Sweet Micky", a pesar de las numerosas críticas despertadas entre la oposición por el alto coste del evento.
Martelly, un conocido cantante de 50 años que no tiene experiencia a la hora de estar al frente de un Gobierno, ha sido criticado duramente por el gasto económico que esta suponiendo la ceremonía de investidura.
El periodista y activista Etain Dupain ha informado de que los costes ascenderían a cerca de 4,5 millones de dólares, unos 3,2 millones de euros, un gasto excesivo para un país que se encuentra inmerso desde hace años en una fuerte crisis económica y social, agravada por la epidemia de coléra que estalló a principios de este año y por el terremoto que tuvo lugar en enero de 2010.
A la toma de posesión de Martelly está invitado el ex dictador Jean Claude Duvalier, quien está acusado de graves casos de violación de los Derechos Humanos durante su mandato, lo que también despertó duras críticas.
Dupain ha dicho que es conocida la relación entre Duvalier y Martelly, al que el periodista señaló como un seguidor de las políticas diseñadas desde Estados Unidos. A la toma de posesión también han asistido el ex presidente estadounidense Bill Clinton y el canciller francés, Alain Juppé.
Desde inicios de semana, organizaciones haitianas de Derechos Humanos condenaron la invitación realizada a Duvalier por considerarlo una afrenta a las víctimas del régimen que encabezó entre 1971 y 1986.