El Príncipe de Asturias, Felipe de Borbón, ha transmitido a los tunecinos sus más "calurosas felicitaciones y las del pueblo español" por la adopción de la nueva Constitución, la primera de su democracia desde su independencia en 1956.
"En esta ceremonia de celebración de la nueva Constitución, España desea compartir la alegría y la esperanza del pueblo tunecino. Permitidme, pues, transmitiros mis calurosas felicitaciones y las del pueblo español", dijo el heredero de la Corona española en la Asamblea Constituyente Tunecina, en un discurso pronunciado en francés y en español.
Felipe de Borbón, que destacó que la nueva Carta Magna tunecina "garantiza las libertades fundamentales, el Estado de Derecho, la separación de los poderes y la independencia de la justicia", mostró también la disposición de España de "contribuir al progreso y a la prosperidad de Túnez".
"España ha apoyado la transición democrática tunecina desde el primer momento. La relación entre nuestros dos países son ricas en historia, en afecto y en intercambios. La nueva etapa que se abre ante nosotros debe permitirnos reforzarlas en todos los dominios", subrayó el príncipe.
En un breve discurso, Felipe de Borbón hizo también una mención en español a la transición española y a la adopción de la Constitución española en 1978.
"Hace casi cuatro décadas, España emprendió un proceso de cambios profundos que, en un periodo de tres años, culminó en 1978 con la aprobación, con una muy amplia mayoría, de una nueva Constitución que estableció un marco de convivencia para todos los españoles", dijo.
Antes de despedirse dando las gracias en árabe diciendo "shukran wa mabruk" (gracias y enhorabuena) deseó al pequeño país norteafricano "en este gran momento de su historia, un futuro lleno de paz de libertad y de prosperidad".
PONE FIN A UNA PROFUNDA CRISIS POLÍTICA
La aprobación de la Constitución ha supuesto el fin de una profunda crisis política que había paralizado el país, así como la culminación de un periodo de transición que arrancó el 14 de enero de 2011, con la huida del país del dictador Zin el Abidín Ben Ali, después de más de un mes de protestas populares que se habían extendido por todo el país.
El príncipe de Asturias fue recibido con honores en el aeropuerto por el presidente del país, Monsef Marzuki.
Felipe de Borbón ha viajado a Túnez acompañado del secretario de Estado de Asuntos Exteriores, Gonzalo de Benito; del director general para el Magreb, África, Mediterráneo y Oriente Medio, Manuel Gómez-Acebo Rodríguez-Spiteri, y del secretario general de la Casa del Rey, Alfonso Sanz Portolés.
La ceremonia de adopción de la Carta Magna tunecina ha estado presidida por Marzuki, el jefe de Gobierno tunecino, Mehdi Yuma, y el presidente del Parlamento, Mustafa Ben Yafar. También asistieron los jefes de Estado de Chad, Senegal, Mali, Gabón, Guinea Conakry, Mauritania, Francia y Líbano, así como representantes de varias organizaciones internacionales.
Tras la ceremonia, la presidencia de Túnez ofrecerá un almuerzo a los invitados en el Palacio Presidencial de Cartago. La Constitución tunecina, aprobada el pasado 27 de enero con una amplia mayoría parlamentaria, ha sido alabada por diplomáticos occidentales y árabes como la más "progresista" del mundo árabe.