Centenares de policías apoyados por blindados de la Infantería de Marina tomaron hoy, sin encontrar resistencia, la favela de la Rocinha, la más emblemática de Río de Janeiro, para expulsar a los narcotraficantes que desde hace décadas dominan el sector.
"La situación ya está bajo control, dominada y bajo control", dijo en una rueda de prensa el coronel Alberto Pinheiro Neto, jefe del Estado Mayor de la Policía Militarizada, quien destacó que "no hubo disparos".
La denominada "Operación Choque de Paz" comenzó antes de las 05.00 de la mañana (07.00 GMT) encabezada por más de 300 hombres del Batallón de Operaciones Especiales (Bope), cuerpo de elite de la Policía Militarizada de Río de Janeiro.
Los policías del Bope, junto a agentes de la Policía Militarizada y de las policías Civil y Federal, se encargarán de mantener la paz y el orden en la favela hasta que se construya un puesto policial permanente en la barriada.
Según la Gobernación de Río de Janeiro, más de 1.500 hombres han participado en la operación, que cuenta con el apoyo de 18 blindados de la Marina y de siete helicópteros de las policías Militarizada y Civil, mientras que otros 1.300 policías fueron movilizados en distintos puntos de la ciudad para prevenir cualquier alteración del orden público.
El ingreso de los policías fue precedido por el sobrevuelo de los helicópteros mientras los blindados abrían camino por dos puntos de la favela, sin que se haya escuchado un solo disparo.
Los policías también empezaron a entrar en la vecina favela de Vidigal, pero el avance en esa barriada fue más lento porque los delincuentes regaron aceite para motores en la principal vía de acceso para dificultar la subida de los vehículos policiales y militares por las empinadas calles, según la televisión Globo.
La Rocinha tiene una población de 72.458 personas, según el censo de 2010, mientras que Vidigal y la vecina Chácara do Céu, una favela menor, suman 11.321 habitantes.
Dos horas después de iniciada la operación, la Policía Militarizada informó de que las favelas ya habían sido completamente tomadas por las fuerzas del orden.
"Tenemos el placer de informar que la Rocinha, Vidigal y Chácara do Céu ya están bajo nuestro control", manifestó Pinheiro.
Según el oficial, tras tomar los principales puntos de las favelas, los policías se dedican a buscar armas y drogas, así como a los sospechosos de formar parte de las bandas de narcotraficantes.
Pinheiro Neto agregó que las avenidas que pasan cerca de las favelas, que habían sido cerradas para facilitar el movimiento de los policías, serán reabiertas en breve, dado el rápido avance de la operación y de que los blindados empezaron a retirarse de la zona.
La Rocinha, cuyas casas de colores se desparraman por la falda de un cerro, está considerada como la más emblemática favela de Río por su vecindad con los barrios de Gávea y San Conrado, dos de los más acomodados de la ciudad.
El ingreso de los policías y militares se hizo justamente a partir de Gávea y San Conrado para avanzar hacia el centro de la favela en dos direcciones.
Según la policía, la Rocinha es también el principal punto de distribución de drogas de la ciudad, un negocio que, según algunas versiones, ha tomado fuerza en la zona por la llegada de narcotraficantes que huyeron hace un año del Complexo do Alemao, un conjunto de favelas tomado por las autoridades en una operación similar a la de hoy.
La Secretaría de Seguridad Pública de Río de Janeiro había anunciado hace días que la operación en la Rocinha se llevaría a cabo al amanecer de hoy, con el fin de evitar que los habitantes de las favelas fuesen sorprendidos por eventuales tiroteos, lo que también aprovecharon muchos delincuentes para huir del sector.
En una de esa fugas, el pasado jueves, fue capturado Antonio Bonfim Lopes, alias "Nem", de 35 años, señalado como jefe del narcotráfico de la Rocinha y que era el delincuente más buscado de Río de Janeiro.