El Papa pide "reconciliación, desarme y paz" en República Centroafricana

  • "Ármense más bien con la justicia, el amor y la misericordia, garantías auténticas de la paz"
  • El Papa declara en Bangui el inicio del Jubileo para la República Centroafricana

El papa Francisco hizo un llamamiento a "todos los que empuñan injustamente las armas de este mundo" para que depongan "estos instrumentos de muerte". "Ármense más bien con la justicia, el amor y la misericordia, garantías auténticas de la paz", dijo durante la homilía de la misa oficiada en la catedral de Bangui, última escala de su viaje por tres países de África.

Antes de la misa, el pontífice declaró el inicio anticipado del Jubileo de la Misericordia mediante la apertura de las puertas de la capital, un gesto en favor de la paz para un país inmerso desde hace dos años en un conflicto entre cristianos y musulmanes que ha dejado miles de muertos.

El Papa ha pedido a la comunidad internacional y al Gobierno centroafricano que sigan avanzando por la "reconciliación, el desarme y la paz" en República Centroafricana y ha pedido a los dirigentes que promuevan los valores de "unidad, dignidad y trabajo".

"Les animo fervientemente (a la comunidad internacional) a que sigan avanzando todavía más en el camino de la solidaridad, con la esperanza de que su compromiso, unido al de las autoridades centroafricanas, sirva para que el país progrese, sobre todo en la reconciliación, el desarme, la preservación de la paz, la asistencia sanitaria y la cultura de una buena gestión en todos los ámbitos.

Así se ha expresado el Pontífice durante su encuentro con la presidenta del Gobierno en transición, Catherine Samba-Panza, el cuerpo diplomático y representantes de organizaciones internacionales en el Palacio Presidencial de Bangui, al que se ha dirigido tras la ceremonia de bienvenida en el aeropuerto M'poko de Bangui, donde ha aterrizado sobre las 10,00 horas.

El Pontífice ha felicitado a las diversas autoridades nacionales e internacionales, con la Jefa del Estado de Transición a la cabeza, por "los esfuerzos que han realizado para dirigir el país en esta etapa" y ha mostrado su "deseo ardiente" de "que las diferentes consultas nacionales, que se celebrarán en las próximas semanas, permitan al país entrar con serenidad en una nueva etapa de su historia".

En este sentido, ha hecho hincapié en que las autoridades públicas "deben ser las primeras que han de encarnar en sus vidas con coherencia los valores de la unidad, la dignidad y el trabajo y ser un ejemplo para sus compatriotas". Estos tres valores, que resumen el lema de República Centroafricana -Unidad, Dignidad, Trabajo--, son, según ha destacado "la brújula" para quienes van a guiar el destino del país.

En primer lugar, se ha centrado en la unidad como "valor fundamental para la armonía de los pueblos", sin diferenciar por etnia o religión. "Se ha de vivir y construir teniendo en cuenta la maravillosa diversidad del mundo circundante, evitando la tentación de tener miedo de los demás, del que no nos es familiar, del que no pertenece a nuestro grupo étnico, a nuestras opciones políticas o a nuestra religión", ha subrayado.

También ha destacado la importancia del valor de la dignidad, "sinónimo de honestidad, lealtad, bondad y honor", que lleva "al respeto mutuo", y ha pedido un plan de desarrollo en el que tengan un puesto principal "el acceso a la educación y a la sanidad, la lucha contra la desnutrición y el esfuerzo por asegurar a todos una vivienda digna".

En cuanto al trabajo, el Papa ha pedido a los centroafricanos, a las autoridades, a los socios internacionales y a las empresas multinacionales que utilicen con responsabilidad los recursos de esta tierra de "excepcional riqueza en biodiversidad" que está considerada como "uno de los dos pulmones de la humanidad".

"Me gustaría llamar la atención de todos, ciudadanos, autoridades del país, socios internacionales y empresas multinacionales, acerca de la grave responsabilidad que les corresponde en la explotación de los recursos medioambientales, en las opciones y proyectos de desarrollo, que de una u otra manera afectan a todo el planeta", ha advertido.

Finalmente, Francisco ha renovado el propósito de la Iglesia de contribuir "cada vez más" a la promoción del bien común, especialmente "a través de la búsqueda de la paz y la reconciliación". "No me cabe duda de que las autoridades centroafricanas, actuales y futuras, se esforzarán sin descanso para garantizar a la Iglesia unas condiciones favorables para el cumplimiento de su misión espiritual", ha subrayado.

EL PAPA DECLARA EL INICIO DEL JUBILEO PARA LA REPÚBLICA CENTROAFRICANA

El papa Francisco declaró el inicio adelantado del Jubileo de la Misericordia para República Centroafricana con la apertura de la "puerta santa" de la Catedral de Bangui. Un Año Santo Extraordinario para ofrecer a la Humanidad "la vía del perdón y de la reconciliación".

El pontífice anticipó de esta forma el comienzo del Jubileo en ese país, pero que para el mundo se oficiará el próximo 8 de diciembre cuando abra la "puerta santa" en el Vaticano, en un gesto por la paz hacia República Centroafricana. El país sufre hace dos años un conflicto armado entre milicias cristianas y musulmanas que ha provocado miles de muertes y cerca de un millón de desplazados y refugiados.

"Y ahora, con esta oración, comenzamos el Año Santo aquí, en la capital espiritual del mundo hoy", dijo Bergoglio antes de abrir la "puerta santa" de la Catedral de la capital centroafricana, acto que fue aplaudido con euforia por miles de personas desde el exterior. "Me alegra de modo especial que mi visita coincida con la apertura de este año Jubilar en su país", dijo a los fieles durante una homilía posterior.

El Jubileo de la Misericordia, que concluirá el 20 de noviembre de 2016, fue convocado por el pontífice para que la Iglesia "dé mayores signos de presencia y cercanía" en un momento de grandes cambios históricos, según dijo Francisco. En su viaje a Bangui, última etapa de su gira por África, el papa ha querido transmitir un mensaje de paz que ponga fin a la violencia armado entre milicias de diferentes confesiones.