El Papa Francisco ha aprobado el decreto por el que canonizará a los beatos Juan Pablo II y Juan XXIII, según ha explicado el portavoz de la Oficina de Prensa del Vaticano, el padre Federico Lombardi.
Los papas Juan Pablo II y Juan XXIII serán proclamados santos a finales de año, tras aprobar hoy el papa Francisco un segundo milagro por intercesión de Karol Wojtyla y, en una decisión sin precedentes, decretar la canonización de Angelo Roncalli sin esperar a ese segundo milagro.
La normativa vaticana exige que para que una persona sea beatificada es necesario que se haya producido un milagro debido a su intercesión y para que sea canonizada (santo) es necesario un segundo milagro, que debe ocurrir después de ser proclamado beato.
Por primera vez en la historia de la Iglesia, al menos la reciente, dos papas serán santificados a la vez.
Ocho años después de su muerte, el milagro que llevará a Karol Wojtyla (1920-2005, elegido papa en 1978) a la gloria de los altares se produjo en una mujer de Costa Rica, Floribeth Mora Díaz, que en abril de 2011 sufrió un aneurisma cerebral y los médicos dijeron a su familia que su estado era irreversible.
La mujer, devota de Juan Pablo II, y su marido Edwin rezaron intensamente a Dios y a Wojtyla y le imploraron ayuda. El 1 de mayo de 2011, fecha de la beatificación del papa polaco, siguió la ceremonia por televisión y tras seguir rezando al día siguiente escuchó, según ha contado, una voz que le decía: "levántate, no tengas miedo".
Tras nuevos análisis, los médicos constataron que había curado de manera inexplicable para la ciencia.
El que fuera secretario de Juan Pablo II durante cuarenta años y actual arzobispo de Cracovia, cardenal Stanislaw Dziwisz, afirmó hoy que será proclamado santo "un gigante de la fe", un hombre "sencillo, humilde y servicial, que vivía de Dios y conducía a los otros a Dios".
Dziwisz recordó que Juan Pablo II contribuyó a la caída de los regímenes totalitarios y a la apertura a Cristo de muchas personas.
Juan XXIII (1881-1963), el "papa Bueno", que convocó el Concilio Vaticano II, que cambió a la Iglesia y la lanzó hacia el tercer milenio, fue beatificado por Juan Pablo II el 3 de septiembre del año jubilar 2000.
Angelo Roncalli siempre ha gozado de la devoción de los fieles, pero hasta el momento el Vaticano no había aprobado ese segundo milagro necesario para proclamarle santo.
Francisco, que en sus casi cuatro meses de pontificado ha resaltado en numerosas ocasiones la figura del Papa Bueno sorprendió al anunciar que lo proclamará santo sin esperar ese milagro, en una decisión inédita.
El portavoz vaticano, Federico Lombardi, afirmó que Francisco, en el caso de Juan XXIII, no tiene dudas de su santidad.
"Conocemos todos las virtudes y la personalidad del papa Roncalli, no es necesario explicar los motivos de su santidad", dijo Lombardi, que precisó que ello no quiere decir que a partir de ahora todos los beatos sean canonizados sin un segundo milagro.
El arzobispo Loris Capovilla, de 95 años, que fue secretario privado de Juan XXIII, dijo hoy que no le había sorprendido la decisión de Francisco, ya que el Papa Bueno era un hombre sencillo, humilde y obediente, y aseguró que la canonización será "la gran fiesta" del Concilio Ecuménico Vaticano II.
La santificación de Juan Pablo II y Juan XXIII se produce en el 50 aniversario de la apertura del Concilio Vaticano II, convocado por Roncalli, aquel papa del norte de Italia con aspecto de cura de pueblo que llegó a la Silla de Pedro cuando ya era muy mayor y todos lo consideraban un papa de "transición".
Se da el caso de que Juan XXIII fue beatificado junto al papa Pío IX, el polémico último papa-rey (1792-1878, elegido Papa en 1846).
La beatificación conjunta levantó una fuerte polémica en sectores de la Iglesia, que consideraron que se comete una injusticia con el papa Roncalli al colocarle en el mismo nivel que a Pío IX.
Y es que según estos sectores, fueron dos pontífices de pensamientos opuestos y mientras Juan XXIII con el Concilio Vaticano II abrió la Iglesia al mundo y a los humildes, Pío IX se opuso a las conquistas sociales de su época, a la modernidad y al "Risorgimento" que llevó a la unidad de Italia y fue antisemita.
En esta ocasión, Juan XXIII será proclamado santo junto a otro papa, Wojtyla, el pontífice más mediático de la historia de la Iglesia, de una personalidad arrolladora y observadores vaticanos aseguraron hoy que de nuevo, aunque por otra causa, el "Papa Bueno" quedará "eclipsado".
De momento se desconoce la fecha de la ceremonia de canonización, aunque según el portavoz Lombardi, será presumiblemente a finales de este año, en tanto que fuentes vaticanas apuntaron la posibilidad de que se celebre el próximo 8 de diciembre.
BEATIFICARÁ AL OBISPO ESPAÑOL DEL OPUS DEI, ÁLVARO DEL PORTILLO
Además, hoy tambien se ha sabido que el obispo español Álvaro del Portillo y Diez de Sollano (1914-1994), sucesor de San Josemaría Escrivá de Balaguer al frente del Opus Dei, será beatificado, anunció hoy el Vaticano. El papa Francisco aprobó hoy un milagro por intercesión del prelado nacido en Madrid el 11 de marzo de 1941 y fallecido en Roma el 2 de abril de 2005.
Álvaro del Portillo y Diez de Sollano. Ingeniero de Caminos, Canales y Puertos, y de Obras Públicas, se incorporó en 1935 al Opus Dei, que había fundado el 2 de octubre de 1928 Escrivá de Balaguer.
En 1944 fue ordenado sacerdote, dos años más tarde se trasladó a Roma y en 1948 fue nombrado primer rector del Collegio Romano de la Santa Croce, un centro internacional de formación.
Participó en el Concilio Vaticano II (1962-1965) y contribuyó a potenciar el papel de los laicos en la Iglesia. Fue el principal colaborador de Escrivá de Balaguer, hasta el punto que el santo se confesaba con él.
El 15 de septiembre de 1975, tras la muerte del fundador, fallecido en Roma el 26 de junio de ese año, fue elegido por unanimidad para sucederle al frente de la Obra.
El 28 de noviembre de 1982, el papa Juan Pablo II le nombró Prelado de la Prelatura de la Santa Cruz y Opus Dei -erigida en esa misma fecha- y en 1991 le hizo obispo.
El proceso de beatificación se abrió el 5 de marzo de 2004 y su primera fase se desarrolló en la diócesis de Roma -ciudad en la que vivió casi 50 años y murió en 1994- y en la Prelatura del Opus Dei.
La primera fase, denominada diocesana, concluyó en Roma el 26 de junio de 2008, cuatro años después de su apertura.
En una ceremonia celebrada en el palacio Lateranense, en la basílica de San Juan de Letrán, presidida por el por entonces cardenal vicario de Roma, Camillo Ruini, el purpurado definió a Del Portillo como "ejemplo de fidelidad en el seguimiento del espíritu de santificación en el trabajo y en la vida ordinaria".
Después el proceso pasó a la Congregación para la Causa de los Santos, en el Vaticano.
El Opus Dei fue fundado por el español Josemaría Escrivá de Balaguer el 2 de octubre de 1928 durante unos ejercicios espirituales, como camino de santidad para todas las personas a través del trabajo profesional y en la realización de los deberes normales del cristiano. En 1982, el papa Juan Pablo II concedió al Opus Dei el rango de Prelatura.
San Josemaría Escrivá de Balaguer (1902-1975) fue proclamado santo por Juan Pablo II el 6 de octubre de 2002. El Opus Dei está presente en 65 países y cuenta actualmente con más de 88.000 miembros, de los que 1.900 son sacerdotes.
El 98 por ciento son laicos, y del total de fieles alrededor de la mitad son mujeres y la mitad hombres. Por continentes, en Europa viven unos 49.000 fieles, en América 29.400, el Asia y Oceanía 4.800 y en África 1.800, según datos de la Obra.
El camino hacia la santidad tiene tres escalones: el primero es "venerable siervo de Dios", el segundo "beato" y el tercero "santo".