El presidente de EEUU, Barack Obama, mencionó este viernes por primera vez por su nombre al líder libio, Muamar el Gadafi, para afirmar que se encuentra "en el lado equivocado de la Historia" y debe "dejar el poder y marcharse ya". Obama efectuó su llamamiento más firme hasta ahora en contra de Gadafi, del que exigió su marcha directamente en tres ocasiones en menos de diez minutos durante una rueda de prensa conjunta con el presidente mexicano, Felipe Calderón.
El presidente estadounidense advirtió del riesgo de "un punto muerto que con el tiempo pueda convertirse en algo sangriento" en Libia. Insistió en que su Gobierno maneja "una amplia gama de opciones", y no descartó la imposición de una zona de exclusión aérea sobre Libia, aunque no dio indicios de inclinarse por la vía militar. "Lo que queremos es tener la capacidad de intervenir potencialmente rápido si la situación se deteriorara", indicó el presidente.
La gran prioridad ahora mismo, declaró el presidente, es la ayuda humanitaria. Por ello, ha autorizado el uso de aviones militares estadounidenses para que repatríen a ciudadanos egipcios que han salido de Libia por la frontera tunecina.
Estados Unidos también podrá utilizar aviones civiles para el traslado de otros refugiados a sus países. Las organizaciones humanitarias hablan de decenas de miles de trabajadores extranjeros que huyen de Libia en dirección a Túnez o Egipto. "Voy a ser muy poco ambiguo sobre esto. El coronel Gadafi tiene que dejar el poder y marcharse", declaró el presidente estadounidense, por primera vez en público. Ya había formulado la misma exigencia con anterioridad, aunque tan sólo en comunicados por escrito.
De manera significativa, también lanzó una advertencia a los funcionarios próximos a Gadafi acerca de las consecuencias que tendrá el uso de la violencia contra su propio pueblo. "Quienes le rodean tienen que entender que la violencia que perpetran contra civiles inocentes será supervisada y se les hará rendir cuentas", indicó Obama.