La ONU acusa a los rebeldes y a las fuerzas sirias de no proteger a los civiles

El jefe de la Misión de Supervisión de la ONU para Siria (UNSMIS), el teniente general Babacar Gaye, ha reconocido este sábado "algunas frustraciones" tras haber fracasado en su intento de establecer un alto el fuego entre los rebeldes sirios y las fuerzas del régimen de Bashar al Assad.

En la última comparecencia de prensa realizada por Gaye en Siria antes de abandonar el país, el jefe de la UNSMIS ha afirmado que, a pesar de los reiterados llamamientos al cese de la violencia, "tenemos algunas frustraciones porque estos llamamientos aún quedan por ser ratificados a través de actos, por decisiones operativas, procedentes de ambas partes".

Asimismo, ha hecho alusión al fallido intento de que el Ejército sirio retirara las armas pesadas de los núcleos urbanos y cesara su utilización contra los civiles, uno de los seis puntos clave incluidos en el plan de paz elaborado por el anterior enviado especial de la ONU y la Liga Árabe a Siria, Kofi Annan, según ha recogido la cadena panárabe Al Yazira.

Tal y como ya ha realizado Naciones Unidas y varias organizaciones defensoras de los Derechos Humanos como Human Rights Watch (HRW), Gaye ha acusado tanto a las fuerzas gubernamentales como al brazo armado rebelde, el Ejército Libre Sirio (ELS), de poner en peligro a la población civil.

"Las dos partes tienen la obligación, bajo el derecho humanitario internacional, de garantizar la protección de los civiles, y esta obligación no se han cumplido", ha remarcado, dos días después de que el Consejo de Seguridad de la ONU dictaminara su repliegue tras cinco meses sobre el terreno y trabajando de forma interrumpida.

VIOLENCIA Y REPLIEGUE

Debido al recrudecimiento de la violencia, los observadores tuvieron que cesar su actividad en junio, un mes en el que, en palabras de Gaye, "ya estaba claro que ninguno de los dos (ni el ELS ni el Ejército sirio) estaba comprometido con el alto el fuego".

No obstante, Gaye ha insistido en que la retirada de la UNSMIS no significa que la ONU vaya a dejar a Siria a su suerte. "Vamos a continuar trabajando para pasar de la violencia a un diálogo", ha apuntado.

Los últimos observadores de la ONU en Siria cuya misión termina mañana, 19 de agosto, han empezado este sábado a retirarse del país, según una portavoz de Naciones Unidas, Juliette Touma, citada por medios de comunicación internacionales. Touma ha explicado que los miembros de la UNSMIS que continúan en Siria, alrededor de un centenar de personas, abandonaran el país en las próximas horas.

Creado por la aprobación el 21 de abril de la resolución 2043 de la ONU, UNSMIS contaba originalmente con 300 observadores militares no armados pero se redujo a la mitad a finales de julio. La misión se estableció para supervisar el alto el fuego entre el Gobierno y los opositores del presidente Bashar al Assad que entró en vigor el 12 de abril.

El 16 de agosto el Consejo de Seguridad de la ONU anunció el fin de la misión y el establecimiento de una oficina de enlace civil para mantener los esfuerzos de Naciones Unidas y la Liga Árabe para lograr una solución del conflicto.

Según las autoridades sirias el conflicto que afecta al país desde hace 17 meses ha causado cerca de 8.000 muertos. Por contra, las organizaciones no gubernamentales estiman que entre 17.000 y 20.000 personas han muerto en los enfrentamientos.