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La Alta Comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Navi Pillay, ha informado este jueves de que, desde el comienzo del conflicto sirio en marzo de 2011, ya se han documentado al menos 93.000 muertos, aunque ha advertido de que se trata de una cifra "de mínimos" y que la cantidad real "puede ser mucho mayor". Asimismo, ha denunciado que la "tasa extremadamente alta de homicidios" constatada desde julio de 2012, con 5.000 muertos al mes, refleja el "drástico" deterioro del conflicto respecto al año anterior.

Los datos recogidos por una serie de analistas en nombre de la Oficina de Derechos Humanos de la ONU (OHCHR) han permitido reunir 92.901 casos documentados de personas que han fallecido a causa del conflicto en Siria entre marzo de 2011 --cuando comenzaron las movilizaciones que derivaron, andando el tiempo, en una guerra civil abierta-- y finales de abril de 2013.

"El flujo constante de muertes se sigue produciendo a unos niveles sorprendentemente altos, con más de 5.000 muertos al mes desde julio de 2012, incluidos los 27.000 registrados solo desde el 1 de diciembre", ha declarado Pillay durante la presentación del informe.

"Por desgracia, tal como demuestra el estudio, la cifra de víctimas se trata muy probablemente de una cifra de mínimos y el número real podría ser mucho mayor", ha manifestado la alta comisionada, según un comunicado difundido por la página de Internet de la Oficina.

Las provincias más castigadas por el conflicto, según estos datos, son el entorno rural de Damasco (17.800 muertos), Homs (16.400), Alepo (11.900) e Idlib (10.300), seguidas de Deraa (8.600), Hama (8.100), Damasco (6.400) y Deir a-Zor (5.700). El mayor incremento en el número de víctimas desde noviembre de 2012 se ha registrado en el entorno rural de Damasco y en Alepo, con 6.200 y 4.800 casos documentados respectivamente. MAS DE 6.500 MENORES

El estudio no ha podido diferenciar de forma adecuada entre combatientes y no combatientes y en tres cuartas partes de los casos documentados no constaba la edad. Con estas limitaciones, el informe ha comprobado que el 82,6 por ciento de las víctimas eran hombres, el 7,6 por ciento mujeres y en un 9,8 por ciento de casos no se indicaba el género.

Asimismo, "se ha documentado el homicidio de al menos 6.561 menores de edad, incluidos al menos 1.729 niños menores de diez años", ha declarado Pillay. "Hay además casos individuales bien documentados de niños que han sido torturados y ejecutados, y de familias enteras, con sus bebés, que han sido masacradas, lo cual, junto a este balance tan horrorosamente alto, supone un terrible recordatorio de lo cruel que se ha vuelto este conflicto", ha denunciado la alta comisionada.

El estudio muestra un "dramático incremento" del porcentaje de muertos por mes desde el comienzo del conflicto, desde los alrededor de mil que fallecieron mensualmente en el verano de 2011 a los más de 5.000 registrados desde julio de 2012. El "pico" se produjo entre julio y octubre de 2012, con alrededor de 6.000 muertos por mes.

"Esta tasa extremadamente alta de homicidios, mes a mes, refleja que el conflicto se ha deteriorado drásticamente respecto al año anterior", ha declarado la Alta Comisionada.

"Como claramente indicaba el último informe de la Comisión de Investigación sobre Siria, los civiles son los más afectados por los ataques generalizados, violentos y con frecuencia indiscriminados que están devastando zonas enteras de las principales ciudades del país y las aldeas periféricas", ha recordado Pillay.

"Las fuerzas del Gobierno están bombardeando y lanzado ataques aéreos contra zonas urbanas un día sí y otro también, y están utilizando también misiles estratégicos, bombas de racimo y bombas de vacío", ha denunciado. "Las fuerzas de oposición también han bombardeado zonas residenciales, aunque utilizando una potencia de fuego menor, y ha habido numerosos ataques con bomba que han causado víctimas en pleno centro de las ciudades, en especial en Damasco", ha añadido.

"Insto a las partes a declarar un alto el fuego inmediato antes de que mueran o resulten heridas decenas de miles de personas más", ha advertido Pillay. "Nadie tiene nada que ganar con esta insensata carnicería", ha manifestado.

"Los Estados con alguna influencia deberían actuar conjuntamente" para poner fin al conflicto y "salvar un número incontable de vidas", ha proseguido. "La única respuesta es una solución política negociada", ha advertido Pillay, quien ha recordado, no obstante, que, "nada va servir para restaurar las vidas perdidas de al menos 93.000 personas".

LA ELABORACIÓN DEL INFORME

La cifra anterior de la ONU, correspondiente a mediados de mayo, era de más de 80.000 muertos y la anterior a aquella, del 30 de noviembre de 2012, documentaba alrededor de 60.000. El nuevo estudio ha sido elaborado mediante la combinación de una serie de listas procedentes de ocho fuentes diferentes, entre ellas el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, con sede en Londres pero con una amplia red de informantes dentro de Siria.

Las ocho fuentes documentaban un total 263.055 muertos. Los autores del nuevo informe han apartado de la lista cualquier homicidio que no reuniera al menos tres elementos, concretamente la identidad del fallecido y el momento y lugar de su muerte. Con ese procedimiento, y comparando unas listas con las otras para evitar duplicidades, el resultado ha sido, a fecha del pasado 30 de abril, de 92.901 muertos.

Con todo, ha advertido la Oficina, la cifra definitiva "probablemente subestima la cantidad real de muertos", dado que 37.988 casos fueron apartados del recuento final por contener una información insuficiente, a lo cual se une la posibilidad de que "un número importante de homicidios no hayan sido registrados por ninguna de las ocho fuentes".