La alta comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Navi Pillay, pidió a las autoridades de Yemen abstenerse de usar la fuerza contra las manifestaciones que tienen lugar en Saná y otras ciudades del país.
Les advirtió de que tal reacción sólo aumentaría la frustración y la cólera de la población, como ya ha ocurrido en las recientes revoluciones en países del norte de África.
Pillay hizo un llamamiento al Gobierno yemení para que, en cambio, garantice los derechos de los manifestantes y de los periodistas.
"La gente tiene el legítimo derecho a expresar sus quejas y demandas al gobierno", recalcó en una declaración, en la que recordó que los participantes en protestas anteriores ya han sido víctimas de violencia por parte de las fuerzas de seguridad, que han causado muertos y heridos.
Pillay mencionó que se han recibido denuncias sobre ataques, acoso, actos de intimidación e incluso detenciones de periodistas y de defensores de los derechos humanos, así como de impedimentos puestos para que personal médico atendiera a heridos de pasadas protestas.
"Me preocupan en particular los informes sobre desapariciones forzadas de activistas políticos", dijo la alta comisionada, al tiempo que pidió que se esclarezca el paradero de personas detenidas y que fueron transferidas de Adén a Saná.
Pillay también se dirigió a los manifestantes y les pidió no hacer uso de la violencia.
