El relator especial de la ONU contra la tortura, Manfred Nowak, ha realizado un llamamiento para que Estados Unidos investigue si sus autoridades tenían conocimiento de los abusos y torturas a prisioneros por parte de la fuerza de seguridad iraquí, denunciados en la filtración de WikiLeaks.
Nowak ha declarado a la BBC que el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, tiene la obligación de llevar a cabo una investigación independiente y objetiva. "Existe la obligación de investigar siempre que existan acusaciones creíbles de torturas llevadas a cabo, y estas denuncias son más que creíbles, por lo que ahora es el turno de los tribunales" ha declarado.
"Son entonces los tribunales los que por un lado pueden llevar a los autores a la justicia y por otro lado proveer a las víctimas con la indemnización adecuada por el daño que han sufrido", ha añadido Nowak.
La ONG por los Derechos Humanos, Amnistía Internacional, ha apelado a que Estados Unidos investigue cuantas autoridades estadounidenses eran conscientes de estas torturas.
"Todavía no hemos tenido la oportunidad de estudiar los archivos filtrados en detalle pero nos preocupa que las autoridades estadounidenses cometiesen una grave violación de la ley internacional al entregar a miles de detenidos a las fuerzas de seguridad iraquíes que, ellos sabían, les sometían a torturas y abusos en una escala horrorosa", anunció el director de Amnistía Internacional para Oriente Próximo y Norte de África, Malcolm Smart.
"Estos documentos aparentemente ofrecen mayor evidencia de que las autoridades estadounidenses estaban al tanto de este abuso sistemático durante años, y aún así siguieron adelante y entregaron miles de iraquíes que habían detenido a las fuerzas de seguridad iraquíes", alega Smart.
Estados Unidos es miembro de la Convención de Naciones Unidas contra la Tortura, el mayor tratado internacional que prohíbe la tortura, el cual requiere que todos los Estados miembros prohíban la tortura y que se abstengan de transferir detenidos a las autoridades de otro Estado en cuyas manos pueden sufrir tortura.
"Estados Unidos ha fallado a este respecto con Irak, a pesar de la cantidad de pruebas disponibles de diversas fuentes, que muestra que las fuerzas de seguridad iraquíes emplean la tortura indiscriminadamente y se les permite hacerlo con impunidad", ha añadido Malcolm Smart.