Nuevas protestas exigen la destitución de la presidenta surcoreana

Protestas en Corea del Sur
Protestas en Corea del Sur |Telemadrid

Corea del Sur vivió hoy el sexto sábado consecutivo de protestas multitudinarias contra la presidenta, Park Geun-hye, en las que se exigió al Parlamento que apruebe el proceso de destitución contra la jefa de Estado por el caso de la "Rasputina coreana".

La avenida de Gwanghwamun, principal arteria del centro de Seúl, volvió a llenarse de puntos de luz a medida que caía el sol y cientos de miles de manifestantes encendían sus velas, indignados por el hecho de que la presidenta caída en desgracia siga en el poder un fin de semana más.

"Es incomprensible que no haya dimitido todavía, seguiremos viniendo cada sábado hasta que lo haga", comentó a Efe una joven manifestante, Lee Mi-yeon, que acudió a la principal protesta de la capital con varios compañeros de la universidad.

En otras ciudades del país, como Busan, Gwangju o Chuncheon, también se llevaron a cabo movilizaciones a menor escala.

Park Geun-hye, investigada en varios frentes y prácticamente sin apoyos en pleno torbellino político y social, prometió el martes en un discurso formalizar su dimisión -aunque sin indicar fecha- y dejó su cargo en manos de la Asamblea Nacional (Parlamento).

Mientras, los tres partidos de la oposición presentaron hoy en el Parlamento la moción del "impeachment" para someterla a votación el viernes en el parlamento.

Su aprobación requerirá los votos a favor de al menos 28 diputados del partido gobernante Saenuri y después el visto bueno de al menos 6 de los 9 jueces del Tribunal Constitucional.

Aunque al principio muchos diputados de Saenuri se mostraron favorables a su destitución, tras el discurso de la presidenta se decantaron por la posibilidad de que ésta dimita en abril en un proceso supervisado por la Asamblea Nacional.

De este modo, parte de los carteles, cánticos y consignas en la jornada de protestas de hoy se centraron en pedir el "impeachment" de la presidenta en un momento en el que parece poco probable que dimita por voluntad propia a pesar de tener en contra -según encuestas- al 96 % de la ciudadanía.

De hecho, en Seúl tuvo lugar una protesta alternativa de varios centenares de personas, que se acercaron a las inmediaciones de la Asamblea Nacional en el barrio de Yeouido expresamente para pedir a los diputados el sí al proceso de destitución de Park por el caso "Choi Soon-sil gate".

Este caso gira en torno a la presidenta Park y a Choi Soon-sil, su amiga íntima bautizada popularmente como la "Rasputina coreana".

Choi está acusada de haber intervenido en asuntos de Estado a pesar de no ostentar cargo público y haber extorsionado a empresas para obtener cuantiosas sumas de dinero que se habría apropiado parcialmente, entre otros cargos.

La indignación ciudadana responde en gran parte a la extendida idea de que la jefa de Estado delegó parte del control del país a Choi, hija del controvertido líder de una secta religiosa que fue mentor de Park Geun-hye en su infancia.

Los fiscales señalaron a Park como "cómplice" de su amiga, actualmente en la cárcel, aunque la jefa de Estado ha hecho uso de su inmunidad para negarse a ser interrogada.

En la principal protesta de hoy los manifestantes llegaron desde la avenida de Gwanghwamun a las cercanías de la Casa Azul de presidencia, donde la policía estableció un cordón de seguridad de 100 metros en torno a la residencia oficial de la jefa de Estado.

Tras finalizar el recorrido, se espera que parte de ellos permanezcan con sus velas encendidas en las calles del centro de la capital, poniendo fin a una jornada multitudinaria que sin embargo no alcanzó las cifras de la del pasado sábado.

Aquella pasará a la historia como la mayor manifestación del país asiático al haber congregado a 1,5 millones de personas (según la organización, 280.000 según la policía).