Cerca de 100.000 personas se han manifestado en el Capitolio del estado de Wisconsin para protestar contra la ley que recorta los derechos de los sindicatos públicos, aprobada y firmada el viernes por el gobernador republicano del estado, Scott Walker. La ley ha sido finalmente aprobada después de que los republicanos hayan podido desbloquear el boicot planteado por el Partido Demócrata.
Las protestas en Wisconsin, que han alcanzado ya su tercera semana, ha desencadenado una lucha nacional por los esfuerzos de varios gobernadores de estados con dificultades presupuestarias para frenar el poder de los sindicatos.
Los republicanos han afirmado que las medidas son necesarias para controlar los presupuestos deficitarios. Los demócratas y sus aliados sindicales dicen los republicanos están atacándoles a través de propuestas anti sindicales.
Los manifestantes han vitoreado a los senadores demócratas a su retorno a Wisconsin, después de que abandonaran el estado rumbo a Illinois hace tres semanas en un intento de bloquear la votación y conseguir que Walker se planteara la medida.
"Es bueno estar de vuelta en casa", ha señalado el senador demócrata Mark Miller. "Nuestra lucha para proteger los derechos de los sindicatos se ha convertido en una lucha para proteger todos nuestros derechos, una lucha por la democracia", ha valorado Miller. "Habéis inspirado a la nación con vuestras apasionadas y pacíficas protestas", ha dicho a los manifestantes.
Por su parte, el republicano Scott Fitzgerald ha criticado a los demócratas por su actuación. "Lo que han hecho es un insulto a los cientos de miles de ciudadanos de Wisconsin que están intentando encontrar un trabajo, y no precisamente uno en el que puedas huir e irte a Illionis con todo pagado", ha señalado.
Las restricciones a los sindicatos públicos han sido también introducidas en otros estados gobernados por republicanos como Indiana, Ohio, Iowa, Michigan y Florida. Algunos demócratas lo ven como un ataque inicial en el marco de las elecciones presidenciales de 2012, ya que los sindicatos son los mayores contribuyentes individuales al Partido Demócrata.